En medio de la nueva ola migratoria que se vive en el norte de Chile, y tras el operativo de desalojo de Carabineros en la plaza Brasil de Iquique, los candidatos a La Moneda, Eduardo Artés y Marco Enriquez-Ominami, cuestionan el actuar del Gobierno.
Imágenes de personas hacinadas en campamentos, cruzando el desierto con niños, aviones repletos desde Haití, extranjeros pidiendo dinero en los semáforos y barrios cuya demografía ha cambiado abruptamente, son algunas de las postales más frecuentes de los problemas migratorios en Chile.
Según lo reporteado por BioBioChile, en 2019 se alcanzó el número de 1,49 millones de extranjeros residentes en Chile, lo que constituye un 8% del total de su población.
En promedio entre 1850 y 2010 el flujo migrante era de 0,04%, con respecto a la población chilena, y en 2018 llegamos a 2,78%, es decir, 70 veces más.
El norte de Chile es el epicentro de esta nueva ola migratoria, dejando la jornada de ayer cinco detenidos durante el desalojo de la Plaza Brasil en Iquique y cientos de migrantes enfrentándose con Carabineros y vecinos de la zona.
Al respecto, el candidato del Partido Progresista, Marcos Enriquez-Ominami, señaló que el Gobierno ha dejado mucho que desear con su actuar frente a la crisis migratoria, debido a que mezclan problemas delictuales con migrantes que buscan un mejor futuro.
Además criticó la poca comunicación que han tenido con las autoridades correspondientes.
El Capitalismo sería el principal factor de esta crisis humanitaria, según señaló Eduardo Artés, candidato del Partido Comunista Acción Proletaria, quien hizo un llamado a recordar que fue el mismo presidente Sebastián Piñera quien hace un tiempo atrás hizo un llamado a migrar a Chile.
Recordemos que tanto MEO como Artés, no son los primeros candidatos en criticar el actuar del Ejecutivo. Yasna Provoste emplazó al mandatario a no seguir desconociendo la necesidad de hacerse cargo de la crisis humanitaria que está enfrentando la región de Tarapacá.