Diversas reacciones ha dejado el fallecimiento de una trabajadora del Parque Safari Rancagua, quien fue atacada por un tigre esta mañana mientras realizaba labores de mantenimiento en el recinto.
La víctima, identificada como Catalina Fernanda Torres Ibarra, tenía 21 años y trabajaba en aquel lugar. Si bien fue rescatada por el mismo personal de seguridad, perdió la vida en medio de los intentos de reanimación producto de sus heridas.
En entrevista con Radio Bío Bío, Carol Orellana, quien también desempeña funciones al interior del parque, señaló que “todo lo que está diciendo don Antonio, que es el gerente de este parque, es falso. (…) No activaron el protocolo del parque, no hicieron nada. No fue culpa de ella, no fue culpa del animal, fue culpa del parque que no hizo nada”.
Cabe recordar que Antonio Rojas, gerente del Parque Safari Rancagua, explicó que un grupo de personas se encontraba realizando labores de mantenimiento en el portón del espacio destinado a los leones. Sin embargo, habrían abierto el área de los tigres, lo que pudo haber originado el accidente.
“La niña que falleció no trabajaba en manejo animal, ella era guía de safari como todas nosotras”, sostuvo. Esta información también puede observarse en la cuenta personal de Facebook de la víctima, quien indica que es “guía turístico en Parque Safari”.
“Nosotras no teníamos por qué hacer ese trabajo, nosotros lo hacemos por que lo daban como horas extras y es beneficiario para nosotros, pero ese no es nuestro trabajo”, agregó Orellana.
En esa línea, aseveró que “nuestro trabajo es estar arriba del camión y hacerle el tour a la gente para enseñarles sobre los leones y los tigres, nada más que eso”.
Además, afirmó que la trabajadora fallecida no entró a la jaula del tigre, sino que sólo se mantuvo en el espacio que éste tiene para desplazarse cuando es liberado.
“Nadie le dijo que el tigre estaba suelto, ella simplemente entró. (…) Incluso, cuando nos mandan a limpiar el recinto de los tigres o leones, siempre nos comunicamos por radio y preguntamos si están encerrados los felinos. En esta ocasión también preguntaron y ellos dijeron ‘okey, que les vaya bien"”, aseveró.
Sobre el protocolo de emergencia que se activó al momento del ataque, Carol Orellana indicó que “una compañera la intentó reanimar, pero no fue alguien experto en eso. (…) Otros compañeros agarraron uno de los jeep y la llevaron e intentaron ayudarla, pero ya no se podía hacer nada”.
Otra trabajadora, identificada como Javiera, aseguró que no tienen ningún tipo de seguros, a pesar de las riesgosas labores que deben realizar en el parque. “Una vez vinieron los de inspección del trabajo y ahí recién se preocuparon de hacernos un contrato, porque anteriormente no teníamos”, dijo.
Además, indicó que Catalina, la joven fallecida, llevaba alrededor de un año en el Parque Safari y que “era una niña muy alegre, muy carismática”.
Finalmente, otra funcionaria del recinto, relató un accidente que tuvo en su tercer día de trabajo en el parque. “Un tigre me mordió el dedo y me lo cortó en cuatro partes”, señaló.
“Como guía de safari estaba haciendo mi inducción, me estaban enseñando. Hay que recalcar que aquí en Parque Safari al primer día te mandan a trabajar con los leones. Si tú sales a alimentar al tigre o al león, quedas contratada al tiro”, cerró.