La Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) realizó en diciembre la segunda encuesta sobre el síndrome Burnout y molestias psicológicas en el personal de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) durante la pandemia del covid-19, donde un 87% del personal sanitario presenta el “síndrome de burnout”.
De acuerdo a la encuesta de la Sochimi, el síndrome de Burnout (se define como grado alto en agotamiento emocional o despersonalización o en grado bajo de realización personal.) afectó al 87% del personal encuestado, además un 78.7% de los consultados manifestó preocupación por su salud mental debido a la pandemia.
En la misma línea, un 23% ha recibido algún tipo de atención de salud mental durante este tiempo, mientras que un 13.4% tuvo licencia médica por esta causa en los últimos meses.
Esta encuesta se da a conocer, luego que en el reporte de ayer miércoles se informara la cifra más alta de casos activos desde agosto (17.239 pacientes), además hay 820 personas que se encuentran hospitalizadas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de las cuales 634 están con apoyo de ventilación mecánica y 88 se encuentran en estado crítico de salud
Con estos resultados, la organización destaca que “esto no se trata de un fenómeno nuevo que haya surgido durante esta pandemia global, ya que varios estudios previos han informado de los efectos adversos que tiene sobre la salud mental de los trabajadores la actividad laboral habitual de los profesionales sanitarios”.
El informen agrega que “hay reportes realizados en la epidemia de SARS que muestran efectos en la salud mental del personal sanitario incluso años después de ésta, que afectan su calidad de vida y desempeño laboral”.
Esta fue la segunda encuesta sobre salud mental realizada por al Sochimi durante la pandemia, la primera se realizó en julio, donde un 73% de los encuestados aseguró haber sido afectado del síndrome de Burnout, una cifra que evidentemente subió en abril.
“Resulta clave atender proactivamente las dimensiones de la organización del trabajo en pandemia que afectan el bienestar del personal sanitario, descomprimir el agotamiento emocional y generar espacios para, compartir experiencias cotidianas, abordar el sufrimiento derivado del trabajo”, concluye el informe.