Paradójicamente, todas cumplen Reglamento de Aguas Minerales del Minsal, pero no el de agua potable. Los especialistas cuestionan que la primera está desactualizada (data de 1997) y recomiendan modificar los valores permisibles por las agencias reguladoras internacionales. Además de arsénico y pH, el análisis advierte sobre otros indicadores anómalos y sus posibles efectos en la salud humana.
Aclaración: en un principio se informó que se trataba de una actualización del estudio difundido en 2018. Sin embargo, el CEGA del Departamento de Geología de la Universidad de Chile aclaró a BioBioChile que se trata de los mismos resultados determinados ese año, los cuales fueron publicados finalmente en un journal internacional en noviembre de 2019.
Un estudio de la Universidad de Chile detectó que aguas embotelladas vendidas en Chile superan los niveles de arsénico y pH permitidos por la norma chilena de agua potable, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
El paper, publicado en noviembre de 2019 por el journal internacional ScienceDirect, parte del repositorio científico Elsevier, se basa en los datos del estudio difundido en 2018, desarrollado por las científicas Linda Daniele, Claudia Cannatelli, y los investigadores Jamie Buscher y Giuseppe Bonatici, del Departamento de Geología y del Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes de la Universidad de Chile.
En concreto, se focalizó en 10 de las marcas de agua presentes en el mercado chileno: Andes Mountain, Benedictino, Cachantun, Jahuel, Jumbo, Nestlé, Porvenir, Puyehue, Tottus y Vital.
En suma, analizaron la presencia de 32 elementos químicos, cuyos indicadores fueron comparados respecto a los límites establecidos por las agencias reguladoras chilenas e internacionales.
Si bien indican que “la calidad del agua analizada generalmente cumple con la ley chilena para agua embotellada” y “contienen cantidades mínimas de elementos disueltos”, advirtieron que paradójicamente algunas marcas “no cumplen con todos los parámetros (como el de pH y arsénico) establecidos por la normativa chilena de agua potable (una norma distinta a la primera mencionada)”.
Por un lado, el Reglamento de Aguas Minerales DS106 del Ministerio de Salud (Minsal) data de 1996 y la Norma Chilena de Calidad del Agua Potable NCH409/1, del Instituto Nacional de Normalización (INN), data de 2005. Ambas tienen parámetros muy distintos, tanto así que el margen entre ambas “regulaciones ha demostrado que algunas de las aguas embotelladas no se puede utilizar para el consumo como agua potable”.
En el análisis en particular, el estudio señala que las muestras de Puyehue, Jahuel y Jumbo (producida también por Jahuel) tienen entre un 20% y un 90% más de arsénico que la cantidad permitida para el agua potable (10 partes por billón, ppb).
Puyehue (18,97)
Jahuel (12,54)
Jumbo (12,76)
Tottus (7,09)
Vital (6,18)
Cachantun (2,46)
Benedictino (1,04)
Porvenir (0,30)
Nestlé (0,13)
Andes Mountain (0,06)
En tanto, las muestras de Tottus y Nestlé tienen valores de pH* que no se ajustan al rango establecido por la normativa chilena de agua potable.
(*La acidez o alcalinidad del pH se mide entre 0 y 14. El 7 es neutro. Entre 0 y 6,9 es ácido. A partir de 7 es alcalino. Es más saludable cuando se mantiene en los márgenes cercanos al 7).
Nestlé (5,7)
Jumbo (7,3)
Andes Mountain (7,4)
Puyehue (7,4)
Porvenir (7,5)
Cachantun (7,7)
Benedictino (8,1)
Vital (8,1)
Jahuel (8,3)
Tottus (9,3)
Asimismo, el análisis también revisó los niveles de Carbonato de Calcio (CaCO3). “Andes Mountain, Puyehue, Tottus y Benedictino tienen valores de dureza muy bajos (0,6-11,3 ppm CaCO3), mientras que las muestras Cachantun, Jahuel y Jumbo se clasifican como muy duras (277,7-335,7 ppm CaCO3)”.
Y según explica el estudio, el agua potable extremadamente “blanda” o “dura” no se considera buena para la salud humana e incluso influye en su sabor. Más aún, según la investigación, existen indicios de que dichos indicadores pueden estar relacionados a la formación de cálculos renales.
“Nuestro estudio destaca que existe una inconsistencia entre la normativa chilena que regula el agua embotellada y la que regula el agua potable. Algunas de las aguas embotelladas analizadas no cumplen con las regulaciones de agua potable y -paradójicamente- no debieran ser consumidas por las personas. Sin embargo, los cálculos de riesgo por consumo de arsénico demuestran que el consumo de 1 litro por día de estas aguas embotelladas no se traduce en riesgo para la salud humana”, detalla el análisis.
No obstante, “un ligero aumento en el consumo diario podría resultar en valores que excedan los límites aceptables de efectos no cancerígenos y, por lo tanto, podría aumentar el riesgo potencial para la salud humana”.
Contactadas por BioBioChile sobre el asunto, no fue posible obtener una respuesta de Puyehue, Jahuel y Tottus. Por su parte, Jumbo señaló que ellos ya no venden esa agua en sus supermercados (que era producida por Jahuel) y a la fecha venden agua de otras empresas como marca propia.
En tanto, desde Nestlé aseguraron que “para Agua Nestle Pure Life la calidad e inocuidad de los procesos y materias primas son centrales en el desarrollo de sus productos, los que son fabricados con los más exigentes estándares internacionales y cumplen con todas las normas chilenas”.
Norma desactualizada
En base a la revisión, el estudio concluye que la norma DS106 está desactualizada y es particularmente permisiva respecto a los niveles de arsénico (As), Plomo (Pb) y Cadmio (Cd).
“Sugerimos que se modifiquen los valores permisibles para cumplir con los establecidos para el agua potable por las agencias reguladoras internacionales”, señalaron.
Asimismo, advirtieron que el etiquetado actual de las aguas embotelladas chilenas no revela el contenido del producto, ya que carece de información sobre propiedades organolépticas (tipo de agua, dureza, pH, cationes y aniones).
Revisa el estudio completo (en inglés) a continuación: