La presidenta del Tribunal Constitucional, María Luisa Brahm, criticó la gestión interna que existía en su organismo antes de que ella llegara al cargo.
Brahm señaló que por varios años existió una tramitación lenta de las causas, con incumplimientos de plazos para dictar sentencia. Además, acusó una selección de las salas a las que eran destinadas las causas. Todo esto, indicó, “estuvo al límite de la corrupción”, según recogió La Tercera en una entrevista.
De hecho Brahm señaló que cree que estas maniobras de demora generaron un negocio de búsqueda de tiempo para dilatar juicios. Todo esto ocurría cuando el presidente del TC era su antecesor, Iván Aróstica.
Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, anunció que como organización tomarán acciones legales en su contra.
“La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos tomará acciones legales porque no puede ni debe un personaje como Iván Aróstica seguir como ministro de un tribunal que se supone que está impartiendo justicia en forma imparcial”, sostuvo.
Por su parte, senador miembro de la Comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe (PPD), instó a María Luisa Brahm a denunciar los hechos que ella considera “al borde de la corrupción”.
“La motivaría a que si ella considera eso, en vez de declararlo en la prensa solamente, bueno, hiciera la denuncia correspondiente. Los ciudadanos tenemos derecho a saber si es que hubo dilaciones apropósito, por ejemplo, en el caso de derechos humamos y otros, de parte del Tribunal Constitucional cuando el señor Aróstica era presidente”, aseguró.
En la entrevista, María Luisa Brahm también señaló que la descripción de “tercera cámara” que se le da al Tribunal Constitucional, aunque suene peyorativo, corresponde con la realidad. A pesar de esto, advirtió que esta denominación “no significa que se vote de una determinada manera o no”.
Ante esto, el diputado y presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, Matías Walker (DC), señaló que este factor hace necesario que en la discusión de una nueva Constitución, se incluya una reforma al TC.
“Ella lo reconoce abiertamente, dice que es algo que no hay que ocultar, y bueno, claramente esto es un factor que indica que la discusión de la nueva Constitución, el tema de la forma del Tribunal Constitucional sea una prioridad”, abundó.
María Luisa Brahm reconoce también que durante su gestión han cambiado los criterios para proponer las tablas, y que hoy la prioridad está en las causas de tramitación masiva y fácil despacho, y luego las que tenían incidencia en investigaciones por delitos contra los derechos humanos.