El destacado abogado José “Pepe” Zalaquett falleció este domingo a sus 77 años, tras una carrera dedicada a la defensa y enseñanza de los Derechos Humanos.

Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, encabezó el departamento legal del Comité Pro Paz en 1973, organismo creado a instancias del Cardenal Silva Henríquez por distintas iglesias cristianas, instancia en la que se hizo cargo de la dirección del departamento legal.

Tras ello, fue detenido y trasladado al centro de torturas Cuatro Álamos, para ser luego exiliado por la Dictadura de Augusto Pinochet, manteniéndose fuera del país por 9 años. Durante dicho período se asumió como secretario general y luego presidente de Amnistía International.

Eventualmente regresó al país y formó parte de la Comisión Rettig, además de dictar clases en la Universidad de Chile, para más tarde recibir el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales en 2003.

Durante su trayectoria, encabezó el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile y ejerció como comisionado de la CIDH entre 2001 y 2004.

Dejó de hacer clases en 2016 tras superar tres tipos de cáncer, aquejado por diversas dolencias físicas.

Su partida fue lamentada por integrantes del mundo político chileno y por ambas instituciones internacionales, así como por el Instituto Nacional de Derechos Humanos.

Cristián Pertuzé, director subrogante del Instituto Nacional de Derechos Humanos, lamentó el deceso del destacado académico y jurista, señalando que “su aporte a la defensa de los derechos humanos es invaluable, su compromiso es tangible en toda su historia, marcada por su búsqueda permanente de la verdad y la justicia. Reconocemos su obra y legado”.

Asimismo, desde la Agrupación de Familiares y Ejecutados Políticos, su presidenta Alicia Lira, también se sumaron a las condolencias, recordando “su larga trayectoria de resistencia en la lucha por los derechos humanos y en la defensa de la vida de los hombres y mujeres perseguidos en los largos años de la dictadura”.