Esta semana, la pauta estuvo marcada por el nuevo embate del gobierno en la teoría de la influencia extranjera, no sólo en la coordinación de los ataques contra la red de Metro que dio inicio al estallido social del 18 de octubre, sino también en el posterior llamado a movilizaciones masivas.
Esta arista de la investigación había sido advertida tempranamente por el propio presidente Sebastián Piñera, quien en entrevista con el diario El País de España, aseguró haber recibido “mucha información” sobre la supuesta influencia extranjera en las protestas.
“No descarto nada. He recibido mucha información, alguna de ella de origen externo, que afirma que aquí hubo intervención de Gobiernos extranjeros. Pero quiero ser prudente, hemos entregado esa información a la Fiscalía”, indicó en la oportunidad.
La discusión cristalizó en un informe que el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, anunció a la prensa, aunque asegurando que no podía divulgarse debido a estar bajo secreto de investigación.
“Se entregó información extraordinariamente sofisticada a partir de análisis con tecnologías de big data, con tecnologías de la información”, aseguró Blumel.
Sin embargo la polémica se instaló en seguida, ya que el fiscal nacional, Jorge Abbott, contradijo al gobierno asegurando no haber tenido acceso a ninguna información sobre injerencia extranjera. Tras una reunión a puertas cerradas en La Moneda, el persecutor aclaró que se le entregó un texto de “fuentes abiertas”, pero no de inteligencia, y que aún debía ser analizada.
“Hoy se nos ha entregado alguna información de fuentes abiertas, no información de Inteligencia, puesto que esa información debe entregarse a través de los mecanismos legales… es decir, deben entregarla al Ministerio Público las jefaturas de Inteligencia de cada una de las instituciones que tienen aparatos de Inteligencia”, sentenció.
El viernes, el director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Gustavo Jordán, concurrió hasta el despacho de Abbott para entregarle el reporte, pero al no estar liberado de secreto para su uso en causas penales, el Fiscal Nacional sólo pudo leerlo, con restricción absoluta para hablar de él.
Pero… ¿qué dice el informe?
El diario La Tercera tuvo acceso al reporte de 112 páginas, que analiza las cuentas de redes sociales de 5 millones de personas o entidades, las que generaron más de 60 millones de comentarios a partir del estallido social del 18 de octubre y hasta el 21 de noviembre.
Según el informe, un 19.3% de los comentarios proviene desde fuera de Chile, proporción que se redujo a partir de “La marcha más grande de todas”, realizada el 25 de octubre en Plaza Baquedano, en Santiago.
En su generalidad, el texto advierte sobre 5 grupos de influencia en las movilizaciones, dos de ellos de origen internacional.
En el grupo de injerencia internacional contra el gobierno, se destaca el canal ruso RT y el canal venezolano TeleSur, quienes tendrían un impacto en las conversaciones a partir del 19 de octubre. También se menciona a artistas como el cantautor español Ismael Serrano y el actor argentino-español, Juan Diego Botto. A ellos se suman distintas figuras del kirchnerismo y peronismo argentino, que cuestionan el modelo económico chileno.
Posteriormente se menciona un segundo grupo internacional, que no apoya las movilizaciones. Aquí se destaca a periodistas como el argentino Jorge Lanata o la corresponsal venezolana de EVTV, Madelyn Palmar. También están la exdiputada venezolana María Corina Machado, y la exministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich.
¿Y de Chile?
El sofisticado informe de big data continúa con un tercer grupo: los jóvenes chilenos, quienes serían el más numeroso al generar 4 millones de retuits entre el 18 y 25 de octubre, en apoyo a las movilizaciones.
“Son aficionados al K-Pop y tienen pocos seguidores, menos de 5.000”, es parte de la caracterización que hace de ellos el texto. Además están altamente influenciados por medios alternativos digitales como PiensaPrensa o ChileOkulto. No todos son anónimos sin embargo, ya que entre los jóvenes más influyentes se cuenta a la cantante Mon Laferte y a la comediante Paola Molina.
En cuarto lugar, el reporte destaca un grupo de personalidades en redes sociales que por su nivel de influencia fueron el “motor de las movilizaciones”, al generar 6 millones de comentarios y el 83,2% de los retuiteos, principalmente en contra de las medidas del presidente Sebastián Piñera.
Acá se menciona a los jugadores de La Roja masculina, Claudio Bravo y Gary Medel; además de políticos del Partido Comunista y del Frente Amplio como Pamela Jiles, Camila Vallejo, Karol Cariola y Beatriz Sánchez. El informe agrega cuentas de Twitter de periodistas influyentes en redes sociales, siendo un punto curioso el destacar a un “activista” de nombre “Vagabundo Ilustrado“.
Finalmente, el quinto grupo es de nacionales que no están de acuerdo con las movilizaciones y defienden el actual modelo económico chileno. Junto con ello, “acusan activamente a políticos de izquierda por no condenar la violencia, instalan dudas sobre quienes son los responsables de los actos violentos y critican a los “populismos socialistas” que desestabilizan Latinoamérica”.
Entre ellos, el reporte menciona a políticos como José Antonio Kast y Karla Rubilar, además de las cuentas del Ejército de Chile y Carabineros, y las activistas “Marcela Republicana” y Teresa Marinovic.
Grupos desde el extranjero en Facebook
El informe agrega que se identificaron más de 11 mil “bots” -cuentas automatizadas- o con “actividad anómala”, citando que 241 de ellos generaron 194 comentarios al día.
También indica que muchos de los manifestantes se organizan mediante grupos de Facebook creados en el extranjero como “Protesta por Chile en Londres” y “Support Chile from Glasgow”, aseverando también que tras el estallido social se crearon “86 grupos nuevos de difusión en Telegram, 169 nuevos grupos en WhatsApp y 338 eventos nuevos en Facebook”.
Preliminarmente, nada de la información contenida en el informe revestiría carácter delictual.