Durante este jueves se aprobó en la Cámara de Diputados, con apoyo de Renovación Nacional y de Evópoli, la paridad de género, los cupos para independientes y los escaños para pueblos originarios en el proceso constituyente, motivo que llevó a la Unión Demócrata Independiente a suspender su participación en Chile Vamos.
Según consignó La Tercera, el hecho habría sido notificado por la presidenta del partido, Jacqueline van Rysselberghe, quien se contactó con el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, para comunicarle la decisión que habían tomado como agrupación.
“Congelamos nuestra participación en Chile Vamos. Vamos a evaluar de manera institucional si vale la pena mantenerse como parte de una coalición donde no se respetan los acuerdos y donde no se actúa como coalición”, dijo al medio.
Además, señaló que entendían estar “todos en desacuerdo con eso (…) Para que nos sorprendan de esa manera, no estamos disponibles”.
En conversación con El Mercurio, van Rysselberghe explicó que la decisión tiene que ver con “la votación de paridad de género y a las cuotas de salida”.
Además, señaló que “no estamos dispuestos a estar con socios que no son capaces de cumplir con la palabra empeñada”, y que “esto demuestra que somos el único partido de derecha”.
Asimismo, presentó sus reparos con cómo ha manejado el ministro Blumel la situación, sosteniendo que “como miembro de Evópoli, no puede ser que el ministro no sea capaz de ordenar a su partido. Eso nos parece grave”.
El drama del acuerdo
La polémica comenzó esta semana cuando algunos parlamentarios de Renovación Nacional se inclinaron por apoyar lo relacionado a escaños reservados, paridad de género y listas independientes en la votación de la reforma que habilita el proceso.
Incluso las diputadas Karín Luck, María Ximena Ossandón y Erika Olivera, en conjunto con otros diputados de Renovación Nacional, enviaron una carta a El Mercurio esta semana para aclarar su postura sobre la paridad de género y los escaños reservados.
En la oportunidad explicaron que “al incluir normas en el sentido expuesto, se busca corregir algo que nuestro sistema proporcional no logra capturar, como son la subrepresentación de pueblos originarios y mujeres, dato objetivo e irrefutable”.
Asimismo, sostuvieron que “tanto los escaños reservados como las cuotas pueden disminuir las barreras que han mantenido a un grupo de compatriotas subrepresentado en nuestra democracia, con el riesgo de invisibilizar sus legítimas demandas y aspiraciones. En ese mismo orden de ideas, estamos convencidos de que no se rompe el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”.
Incluso la diputada Marcela Sabat (RN) dijo este miércoles a CNN que “es de todo importante que escuchen, que abran hoy la posibilidad y que se den cuenta que ojalá en 20, 30 años más, esta discusión, este debate, sea visto como algo completamente ilógico y que no tenía por qué darse”.
Sectores del oficialismo, durante la jornada del lunes, manifestaron su preocupación, ya que de aprobarse, se “pondría en riesgo” el acuerdo por la paz.
Incluso habló el ministro Secretario de la Presidencia, Felipe Ward (UDI), quien llamó a que se honrara el pacto original firmado el pasado 15 de noviembre y advirtió en contra de incorporar otros temas que no fueron acordados en ese documento.
Sin embargo, y para no poner en riesgo el acuerdo, se decidió finalmente tramitar estos aspectos como una ley aparte, la que finalmente fue aprobada durante la noche de este jueves en la Cámara de Diputados.