En el “congelador” quedó el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, conocido como TPP-11, luego que se le quitara la suma urgencia en el Senado.
Durante los últimos días en redes sociales han circulado distintos posteos y videos dando cuenta de la supuesta “muerte” del TPP-11.
Algunos de los registros muestran al senador Alejandro Guillier, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, asegurando que junto a los otros miembros de esta comisión, se acordó “que el TTP no se apruebe, ni se ponga siquiera en discusión, puesto que primero hay que escuchar a la gente, ver los cambios estructurales y a futuro, si otro Senado estima que se tiene que discutir, lo discutirá, pero eso está desahuciado de muerte natural porque cambiaron las circunstancias”.
“Lo que nos ha dejado muy claro la protesta de estos días, es que la gente se aburrió de los arreglos a medias, de lograr una cosita y lo que quiere es una discusión de fondo”, señaló el parlamentario de oposición.
Si bien esto generó variadas reacciones, principalmente en línea con un supuesto fracaso del TPP-11, en estricto rigor -y tal como lo desliza el senador Guillier- solo quedó en el “congelador”.
Recordemos que el convenio internacional es considerado el tercer mayor acuerdo del mundo, y el más grande en la historia de Chile, pues los países que lo integran representan a más de 500 millones de habitantes.
No obstante, organizaciones sociales han manifestado su descontento con el TPP-11 asegurando que traerá resultados negativos para el país.
Con todo, el pasado 17 de octubre el polémico tratado quedó listo para ser visto en la Sala del Senado, lugar donde sería por última vez votado por los senadores y sólo necesitaba de mayoría simple para ser suscrito por nuestro país oficialmente.
El proyecto había logrado llegar a esta instancia, entre otras cosas, luego que la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado aprobara por unanimidad un protocolo que aclara todas las interpretaciones del tratado.
En ese documento, se establecía que el TPP11 “no contiene disposiciones ni establece obligaciones que impliquen para Chile la modificación del ordenamiento jurídico vigente en materia de medicamentos, por lo que no se generarán impactos negativos respecto al precio interno de los medicamentos ni el acceso al mercado de los medicamentos genéricos”.
Sin embargo, el proyecto desapareció de la tabla luego que el pasado martes 5, en una decisión que es exclusiva del Gobierno, se retirara la urgencia suma. En términos simples, sigue en trámite legislativo pero sin urgencia, con lo cual podría estar un buen tiempo “durmiendo el sueño de los justos”.
La principal razón detrás de esta decisión tiene que ver con que el Ejecutivo priorizará la Agenda Social que impulsa, como una forma de responder al estallido social que vive nuestro país, con un paquete de 15 medidas referidas a mejorar el ingreso mínimo, las pensiones, salud, educación y la reducción de las dietas parlamentarias y de los altos sueldos de la administración pública, pero que no logró contener el conflicto.
Por lo pronto, toda la atención en el Congreso está puesta en establecer un proceso constituyente mediante el cual se reemplace la vigente Constitución promulgada en 1980 por Pinochet, y no sólo reformas como ha planteado Piñera.