Como un “paso histórico” en materia de inclusión fue catalogado por el gobierno de la época la aprobación en el Senado del entonces proyecto de ley conocido como Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), posteriormente renombrado como Acuerdo de Unión Civil.
La noche del martes 7 de octubre de 2014 la Cámara Alta dio luz verde a la iniciativa presentada al Congreso unos años antes, en la primera administración de Sebastián Piñera. Durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, en tanto, se realizaron modificaciones al texto legal para volver más expedita su tramitación.
Desde que comenzó su tramitación la iniciativa fue impulsada por distintas organizaciones que velan por los derechos de las minorías sexuales, que veían en esta propuesta una alternativa al matrimonio que permitiera entregar ciertas garantías a las uniones entre parejas homosexuales.
Esto, porque el cuerpo legal permite realizar el vínculo a todos los chilenos o extranjeros mayores de 18 años, que tengan libre administración de sus bienes, independiente de su orientación sexual.
Luego de sortear el trámite en el Senado, la moción fue enviada a la Cámara de Diputados donde continuó avanzando hasta convertirse en Ley de la República el 21 de abril de 2015 bajo el nombre de Acuerdo de Unión Civil (AUC).
Seis meses más tarde comenzó a regir la normativa, celebrándose el primer AUC entre personas del mismo sexo el 22 de octubre de 2015, ceremonia protagonizada por dos estudiantes varones en el edificio de la Gobernación de Concepción, bajo la atenta mirada de las autoridades de la época.
Las cifras en perspectiva
De acuerdo con datos del Registro Civil obtenidos por BioBioChile, desde el día en que entró en vigencia hasta agosto de 2019 se han celebrado 28.697 Acuerdos de Unión Civil a lo largo de todo el territorio nacional, de los cuales el 21% fueron suscritos por parejas del mismo sexo.
En promedio, cada año se realizaron cerca de 7 mil de este tipo de uniones, al mismo tiempo que la cifra de matrimonios civiles se mantuvo por sobre los 60 mil anuales, tal como se venía registrando en años anteriores.
En 2010 hubo 62 mil matrimonios civiles, número que pasó a 66 mil en 2011 y 65 mil en 2012. Mientras que al año siguiente, en 2013, se registraron 63 mil y en 2014 67 mil.
Al contrario de lo esperado, el cuerpo legal que comenzó a regir en octubre de 2015 y que fue promovido como alternativa para parejas de distinto sexo que quisieran formalizar la convivencia, no interfirió negativamente en el número de matrimonios.
Así lo demuestran los datos oficiales proporcionados a BBCL, que indican que en 2015 hubo 63 mil matrimonios, en 2016 se celebraron 64 mil, en 2017 se registraron 63 mil y en 2018 la cifra aumentó a los 66 mil.
Con todo, se infiere que el Acuerdo de Unión civil -además de sumar derechos a minorías- cumplió con convertirse en opción a un nicho de parejas heterosexuales que deseaban regularizar su relación y así obtener ciertos beneficios, pero evitando el contrato matrimonial que exige entre otras cosas fidelidad y resulta más engorroso de disolver.
En definitiva, la norma sirve también como paso intermedio entre la soltería y el por estos días tan temido matrimonio.
Movilh celebra los números
Al tomar conocimiento de las estadísticas, en el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) celebraron el porcentaje que incluso estimaban iba a ser inferior al 21%.
Esto, porque según los datos de la organización que defiende los derechos de las minorías sexuales desde la década del 90, en Chile alrededor del 10% de la población se declara gay o lesbiana.
El encargado de Derechos Humanos en el Movilh, Ramón Gómez, realizó un análisis de los números, indicando que “hay mucha gente del mismo sexo que accede a la unión civil porque cree en la unión civil”, pero que por otro lado están quienes acceden a este vínculo “porque no tiene otra, porque el matrimonio está vetado para las parejas del mismo sexo”.
En ese sentido, el representante de la organización criticó que todavía no exista en nuestro país el matrimonio igualitario, derecho al que apuntan como principal objetivo de aquí en más.
A juicio de Gómez, los números reflejan “la necesidad que tienen las parejas homosexuales de poder regularizar su unión con igualdad de condiciones”, agregando que la cifra “supera todas las expectativas” que tenían.
En paralelo, desde la institución realizaron algunos reparos a la normativa por ciertos vacíos que dejó. El AUC no permite la adopción por parte de ningún tipo de pareja, lo que el Movilh espera se resuelva con el matrimonio igualitario.