Bajo carácter privado, como dictamina la Ley, sesionó el martes en el Congreso la Comisión de Control del Sistema de Inteligencia del Estado, instancia que contó con la presencia del ministro de Defensa, Alberto Espina, y del jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), Guillermo Paiva. Ambos estuvieron dos horas con los diputados a puerta cerrada.
De lo que ocurrió en la reunión poco se supo. Lo único que se ha indicado es que tanto la autoridad política como militar puso en conocimiento a los parlamentarios de las operaciones Topógrafo y W, entregando a grandes rasgos los objetivos que trazaron al momento de pedirle a un ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago las autorizaciones para llevar a cabo tales indagaciones.
Lo anterior, pese a que los cuatro militares de Topógrafo y el periodista Mauricio Weibel -de operación W- estaban simplemente denunciando corrupción en las filas castrenses.
Incluso, fuentes presentes sostuvieron que el Ejército reconoció que hasta enero de 2018 se escuchó a militares, no precisando si en la actualidad se han desarrollado operaciones contra su gente, es decir, militares activos.
El actual jefe de la DINE, Guillermo Paiva, descartó que actualmente exista un seguimiento a periodistas y sostuvo que nadie está por sobre la Ley de Inteligencia, por lo cual cualquier persona podría ser objeto de escuchas telefónicas.
“La escucha telefónica es legal y no le voy a poder si decir a periodistas o no, pero nadie en Chile no está sujeto a las leyes y la escucha telefónica, no la escucha, los procedimientos especiales de obtención es una Ley de la República a la cual estamos sujetos todos los chilenos”, dijo a Radio Bío Bío.
El presidente de la comisión, el diputado Osvaldo Urrutia (UDI), evitó entregar detalles, aunque anunció que volverán a sesionar el lunes en las oficinas de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) para escuchar las explicaciones del otrora líder de la unidad y actual jefe del Estado Mayor General, Schafik Nazal, quien estuvo a cargo de la entidad en 2017, cuando se realizaron los seguimientos.
A su salida del secreto encuentro, el ministro de Defensa, Alberto Espina, indicó que aunque los casos ocurrieron hace dos años, esta administración considera prioritario que las operaciones de Inteligencia se hagan conforme a la legalidad.
“Lo que expresé fue que el comandante en jefe del Ejército me había señalado que las peticiones de escuchas habían sido hechas a un ministro de Corte de Apelaciones y para nosotros como Gobierno es fundamental que las actividades de Inteligencia se hagan bien”, señaló el titular de Defensa.
En tanto, durante la jornada del martes, la Unidad de Investigación de La Radio dio a conocer que el ministro Espina se reunió el lunes por la noche con el capitán Rafael Harvey, uno de los cuatro militares espiados por la institución.