La tarde de este martes, la Cámara de Diputados rechazó el proyecto que buscaba prorrogar en dos años la entrada en vigencia de la Ley de la Jibia.
En concreto, se registraron 118 votos en contra, solo 21 a favor y cuatro abstenciones.
La medida estaba pactada para comenzar a regir el 16 de agosto luego que el Congreso despachara el proyecto al respecto, iniciativa que fue sancionada por el Gobierno.
Tras este revés legislativo, el Ejecutivo tiene un año para presentar una medida similar o insistir a través del Senado, lo que se hace altamente improbable en base al alto respaldo con el que cuenta el actual proyecto.
Este estableció que la captura será realizada por línea de mano, o potera mecanizada, con lo cual se prohibió la pesca de arrastre del recurso, justamente lo que critica el sector industrial.
Antes de la votación en la Sala de la Cámara, la diputada Camila Rojas (Comunes), impulsora del proyecto, dijo que este rechazo sería un primer paso para enfrentar un tema más profundo, que dice relación con la vigente Ley de Pesca.
“Estamos hablando de un proyecto, un recurso, que es la jibia, una Ley para la jibia, y aún así la industria se viene con todo encima y ha estado haciendo lobby“, señaló.
Consultado al respecto, tras la votación, el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, dijo a nombre del Gobierno lamentar la decisión de los legisladores.
“Esta es una moción parlamentaria (…) pero nosotros considerábamos sensato prolongar el tiempo de adaptación para que cuando la Ley entre en vigencia estuviera bien preparado el sector pesquero de manera de evitar el desempleo que de otra manera se puede provocar”, señaló a la prensa.
“Además, (…) la jibia se ha alejado de nuestras costas, entonces no va a poder ser pescada en grandes cantidades por los pescadores artesanales que, supuestamente, se ven favorecidos por la Ley”, añadió.
“En consecuencia, era razonable postergar su entrada en vigencia, dejar un tiempo de adaptación para la industria, los pesqueros, y para que pudiera regresar la jibia hacia las costas y ser pescada”, agregó el ministro.
Sumado a ello, Fontaine cifró en US$150 millones las exportaciones que no se podrán realizar y reiteró que habrá pérdidas de empleo en plantas de proceso.
Tanto en las calles aledañas como en las tribunas, representantes del sector artesanal esperaron y festejaron el rechazo del proyecto. Al interior de la Sala también hubo delegados de los industriales.