Durante la tarde de este domingo se confirmó la muerte del exsecretario general del Partido Socialista, Carlos Altamirano, a los 96 años de edad.
Altamirano fue una figura clave de la Unidad Popular y posteriormente uno de las principales dirigentes de la corriente renovadora del socialismo chileno.
En septiembre de 2018, en una entrevista a La Tercera, el socialista comentó que al morir “preferiría que no me recordaran. Quiero que me dejen tranquilo no más.“.
Carlos Altamirano creció en El Morro, una finca en la región del Bío Bío de más de 15.000 hectáreas que pertenecía a sus abuelos.
Allí se juntaba con su primo hermano y uno de sus mejores amigos: el médico e investigador Héctor Orrego Matte. “Con Carlos nos influimos mutuamente. Dábamos unos discursos como si fuéramos los líderes del mundo. Y cada vez que nos íbamos de El Morro, él lanzaba un discurso despidiéndose y lloraba”, declaró Orrego.
Años más tarde, Altamirano daría uno de los discursos más importantes de su vida en el Estadio Chile el 9 de septiembre de 1973. Discurso, que dicen, fue el detonante del Golpe de Estado, que terminó el gobierno de Salvador Allende.
El hombre que falleció este domingo afirmaba que no le tenía miedo a la muerte ni a lo que podían decir de él: “Ahí qué importa, si uno está debidamente enterrado”.
Cuando volvió a Chile del exilio puso final a su vida política y desapareció completamente de la escena pública.
La última vez que se dejó ver fue el 21 de abril de 2016, cuando murió Patricio Aylwin quien fuera su eterno opositor, y con sus 93 años le hizo guardia de honor al expresidente.