Por orden del fiscal Carlos Palma, la PDI llegó a las 06:00 horas del miércoles al hogar del fiscal Sergio Moya ubicado en la comuna de Machalí.
Ahí, entre otros artículos, se incautaron los teléfonos móviles y computador portátil del persecutor en el marco de la indagación por el montaje de la Operación Huracán.
Luego los efectivos se trasladaron hasta el edificio del Ministerio Público de Rancagua, donde allanaron por cerca de cinco horas la oficina de Moya en el cuarto piso de este recinto.
El propio fiscal confirmó las diligencias intrusivas, que contaron con la autorización de los tribunales de justicia.
Moya se encuentra en calidad de imputado debido a una querella que interpuso el mayor retirado de Carabineros, Patricio Marín quien también fue formalizado en el mismo montaje.
En éste, la policía uniformada pidió la detención de ocho comuneros mapuches con pruebas obtenidas por la desacreditada aplicación Antorcha.
La querella del expolicía uniformado fue acogida a trámite por el Juzgado de Garantía de Temuco el 30 de abril.
Interrogatorio a Arias
En Santiago, en forma paralela, el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, completó 17 horas de interrogatorio en dos jornadas ante el fiscal Eugenio Campos, quien lo investiga por presunta obstrucción a la investigación, violación de secreto y tráfico de influencias, precisamente por denuncias del fiscal Moya.
Durante la diligencia se hicieron presentes peritos de la PDI que revisaron el teléfono móvil y una tablet del fiscal Arias, quien no quiso hacer declaraciones tras el fin del interrogatorio.
Uno de sus abogados defensores, José Luis Andrés, confirmó que los policías también peritaron los correos electrónicos de su cliente.
La noche del miércoles llegó desde Colombia el fiscal nacional Jorge Abbott tras participar de un seminario sobre los mecanismos para combatir la corrupción.
Se espera que en horas de esta tarde, la máxima autoridad del Ministerio Público se refiera a la crisis que tiene a fiscales investigando a fiscales.