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La Nunciatura Apostólica en Chile informó este sábado que el papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati. Como nuevo administrador apostólico para la arquidiócesis de Santiago de Chile se nombró a monseñor Celestino Aós Braco.
Ezzati está siendo investigado por la justicia por eventual encubrimiento de abuso sexual. En ese contexto, durante las últimas horas la Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó una solicitud de sobreseimiento parcial y definitivo presentada por su defensa.
Desde hace meses, el cardenal era cuestionado por víctimas, laicos y la opinión pública por la forma en cómo enfrentó la crisis en la iglesia y no emitir posturas claras en torno a las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre sacerdotes.
Violación en la Catedral
Un reportaje de La Radio publicado en BioBioChile reveló uno de los secretos mejor guardados del Arzobispado de Santiago desde 2015: habitaciones en el principal templo religioso de Chile, donde se cometió una violación y abusos con jóvenes de clase media baja. Muchos de ellos eran acólitos.
El autor del abuso más grave fue el presbítero Tito Rivera, exrector de la iglesia Las Agustinas, nombrado por el cardenal Ricardo Ezzati, quien conoció los hechos de boca de una de las víctimas: sólo procedió a abrazarlo, lo conminó a rezar por su victimario y le entregó 30 mil pesos.
El ahora exjefe de la iglesia chilena, además, intentó evitar la notificación de la demanda en contra del Arzobispado de Santiago -por 350 millones de pesos- interpuesta por “Z”, el hombre que aseguró haber sido violado por Rivera.
Reacciones
Osvaldo Aravena, vocero de los laicos de Santiago, valoró que el Papa haya aceptado la renuncia de Ezzati y opinó que tiene directa relación con que no haya sido sobreseído por encubrimiento.
Juan Carlos Cruz y Juan Andrés Murillo -denunciantes de Fernando Karadima y quienes constantemente emplazaron a Ezzati a que se hiciera responsable de la crisis y abusos cometidos por la iglesia- emitieron su opinión a través de la red social Twitter.
“Cualquier cosa mejor que Ezzati y su banda, ojalá responda ante la justicia chilena antes de escapar del país”, dijo el primero; en tanto, Murillo ironizó escribiendo “Brex-zati”, haciendo un juego de palabras que alude a la contingencia de Europa.
El sucesor de Ezzati
Monseñor Celestino Aós Braco, quien fue transferido desde la diócesis de Copiapó, será quien ocupe el lugar de Ezzati en la arquidiócesis de Santiago de forma interina y en calidad de “administrador”, pues la sede sigue vacante.
“Nació el 6 de abril de 1945 en Artaiz, Navarra (España). (…) El 16 de agosto de 1955 ingresó como aspirante en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos y el 30 de marzo de 1968 fue ordenado sacerdote”, informó la iglesia.
Con este nombramiento, de las 27 jurisdicciones eclesiásticas que hay en Chile, nueve se encuentran en situación de sede vacante y a cargo de administradores apostólicos: San Felipe, Valparaíso, Santiago, Rancagua, Talca, Chillán, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.
