El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, agradeció este sábado a Chile por albergar la cumbre sobre cambio climático COP25 que él mismo rechazó organizar, por contener objetivos “imposibles”, y advirtió que Brasil “no debe nada” al medio ambiente.
El ultraderechista realizó una declaración conjunta con su par chileno, Sebastián Piñera, al cerrar este sábado su visita a Santiago, donde el viernes participó en la cumbre de presidentes que dio el puntapié inicial a Prosur, un foro lanzado por los gobiernos de derecha de Sudamérica.
Agradecer a Chile “por haber abrazado la COP25, Brasil no estará fuera de ella”, dijo el mandatario, tras su visita al palacio presidencial de La Moneda.
Aseguró que quienes conocen el tema concuerdan con él en que “no podemos cerrar un acuerdo donde algunos objetivos son imposibles”, refiriéndose a la cumbre. “A final de cuenta, Brasil no debe nada al mundo en relación a la preservación del medio ambiente”, siguió.
Conocido por criticar el Acuerdo de París sobre el cambio climático y por sus desacuerdos con ecologistas, el mandatario lanzó: “Mi gran preocupación es la región amazónica”.
Esa región “no puede continuar en riesgo de ser internacionalizada”, dijo, pero matizó asegurando que su país está dispuesto a hacer acuerdos sobre biodiversidad con otros países.
Bolsonaro está en el punto de mira de ONGs y organismos internacionales por sus posiciones climatoescépticas y su inclinación favorable a la expansión del agronegocio en zonas protegidas. En enero, prometió sin embargo en Davos hacer compatible el desarrollo económico deseado con la preservación del medio ambiente.
La reunión anual para combatir el cambio climático denominada COP25, impulsada por la ONU, se desarrollará en Chile entre el 2 y 13 de diciembre.
Socios y aliados
El excapitán brasileño -que asumió el poder en enero- eligió Chile como país para su primera visita oficial en Latinoamericana, rompiendo con la tradición de los mandatarios de izquierda de viajar a Argentina, su principal socio comercial en la región.
A lo largo de la visita, Piñera y su par brasileño intercambiaron elogios. Bolsonaro reiteró su admiración por la economía abierta de Chile, cimentada en las medidas neoliberales implementadas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y su homólogo se centró en destacar el Tratado de Libre Comercio firmado por ambas naciones a fines de 2018.
El TLC es vital porque “Brasil es el principal socio comercial de Chile en América Latina y el principal destino de las inversiones de Chile en el extranjero, con más de 35.000 millones de dólares”, resaltó Piñera.
En la misma línea, anunció el acuerdo alcanzado con Bolsonaro para enviar en los próximos días simultáneamente el TLC a los Congresos, encargados de ratificar el documento, y la firma de varios acuerdos de cooperación en energía y ciberseguridad.
Protestas y abrazos
En tono jocoso, el brasileño reseñó su visita a un mall de Santiago donde asegura haber recibido el cariño de mucha gente.
“Fui muy bien recibido por las personas que estaban allí, parecía que estaba en Brasil. Si necesita, puedo ayudar en la campaña aquí”, lanzó Bolsonaro a Piñera, provocando las risas cómplices de los presentes en la sede de gobierno chileno.
Fuera de La Moneda, las manifestaciones en contra del mandatario extranjero volvieron a darse este sábado.
“No queremos fascismo en América Latina”, dijo a la Agence France-Presse Daphne Concha, una de las manifestantes que se agolpó en inmediaciones del palacio de gobierno respondiendo a la convocatoria del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual de Chile (Movilh).
El viernes, el ultraderechista dijo a periodistas: “Mentira, fake news (noticias falsas)”, para defenderse de los que lo acusan de ser xenófobo, machista y racista.
La reunión con Piñera cerró la visita de Bolsonaro, centrada en el lanzamiento de Prosur.
A impulso de los presidentes de Chile y Colombia y con la adhesión de los jerarcas de Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Paraguay, la declaración de Santiago lanzó el nuevo bloque que pretende reemplazar a Unasur.
Con Venezuela excluida y en la mira de los gobiernos conservadores que buscan que Nicolás Maduro deje el gobierno de esa nación, inmersa en una profunda crisis, el bloque no contó con la adhesión de los presidentes de Uruguay y Bolivia, quienes enviaron representantes diplomáticos.
Bolsonaro completó su visita a Chile, en una semana en la que primero visitó Estados Unidos, donde obtuvo una recepción “excepcional” de su par Donald Trump, según dijo también este sábado el brasileño.