34 jornadas ya se cumplen de la paralización de actividades y el bloqueo del Terminal Pacífico Sur (TPS) que lideran los trabajadores eventuales del puerto. Pese a la confianza que el Gobierno manifestó tras la reunión con los dirigentes y arribar a un preacuerdo, ayer la propuesta fue rechazada por unanimidad por las bases.
Richard von Appen, presidente de Ultramar, la empresa controladora de la concesionaria TPS, salió a encender la polémica tras el consejo directivo de la Sofofa en Santiago: fustigó la actitud de los trabajadores y apuntó al llamado del presidente Piñera respecto a terminar con la intransigencia desde ambas partes.
“Intransigente es que nosotros hemos estado reuniéndonos con los dirigentes y aumentar cuatro veces una ayuda. Esto es un regalo, esto no necesita ninguna asamblea. Solamente ellos tienen que decir si la toman o no la toman. Sí somos intransigentes con la gente que ha violentado, que ataca nuestras oficinas y a nuestras personas. En eso somos intransigentes”, admitió.
Así de tajante. Von Appen recalcó el concepto de “ayuda” y “regalo” a los trabajadores. De paso, remarcó que se encuentran en una situación compleja y criticó el nivel de violencia e intolerancia de los manifestantes.
En esa línea, señaló que han aumentado el monto de 200 mil a 800 mil pesos, entregado a través de un documento a los trabajadores que se encuentran actualmente realizando sus labores, pese a la acción de los huelguistas, destacando lo que él considera el “sentido patriótico” de defender la actividad.
En concreto, la propuesta rechazada consistía en un préstamo blando de 550 mil pesos, una giftcard de 250 mil, un aguinaldo de 75 mil pesos y una canasta de mercadería. A ello se sumaban capacitaciones, con un bono de manutención por 350 mil pesos al comienzo del curso y un saldo adicional de 100 mil pesos una vez finalizado.
Pero los portuarios consideran que la concesionaria TPS no entrega solución alguna a sus demandas por mejoras laborales, ya que indican, sólo se limitó -a través del Ejecutivo- a entregar la misma propuesta presentada la semana pasada.
Así las cosas, la insistencia de los ministerios del Trabajo y de Transportes en su rol de mediadores no bastó, ya que dicha oferta no se acerca a las expectativas de los trabajadores.
¿Dónde está el regalo?
El vocero de los estibadores eventuales de Valparaíso, Pablo Klimpel, ratificó que el paro y el bloqueo del puerto continuará de forma indefinida y que además iniciarán una ofensiva para extenderlo a otros terminales del país.
“Es una propuesta insuficiente. No es un bono de compensación económica. Son puros préstamos, una giftcard -que te limita donde puedes gastarla, no es plata disponible para la gente- y por otra parte es un curso de capacitación laboral”, acusó.
En tanto, respondió a los dichos de Von Appen: “Cuando uno regala algo no se quita. Lo que nos están ofreciendo es un préstamo de 550 mil pesos. Ese préstamo se tiene que devolver. Voy a tener que pagar eso quizás en un año y medio. Eso no es un regalo. Es un préstamo”, aseguró.
“No sé dónde está el regalo o en qué lugar lo tiene escondido”, señaló.
Intervención estéril
Durante la jornada del miércoles, previo al rechazo, el presidente Sebastián Piñera realizó un llamado a ambas partes a solucionar el conflicto para no seguir entorpeciendo las labores de los exportadores en una época clave para el sector.
“Llegó el tiempo de la madurez, del sentido común, del diálogo y la colaboración. Un país como Chile no puede funcionar bien si sus puertos no funcionan bien”, remarcó.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien está liderando la mediación que lleva adelante el Ejecutivo, lamentó el fracaso del preacuerdo de 4 puntos, que apuntaba a la creación de una mesa para abordar la estructura del trabajo portuario y mejorar su legislación, cursos de capacitación laboral, un préstamo blando de parte de la empresa, además de un bono por término de conflicto.
Si bien la ministra calificó algunas de las ofertas entregadas por TPS como razonables, también reconoció “que la empresa podría haber hecho más”. Dada la falta de comunicación directa entre la empresa y trabajadores, “lo que nosotros estamos haciendo son oficios de buena voluntad”, añadió.
Eso sí, otra de las exigencias de los trabajadores portuarios para deponer el paro es que -al término de las movilizaciones- no exista una lista negra con aquellos manifestantes que fueron parte de este movimiento, ya que lo que buscan es reivindicar su dignidad laboral.
Defensa a la flexibilidad laboral
Sin embargo, el gerente general de la concesionaria, Oliver Weinreich, ha reiterado que la empresa es libre de decidir con quien trabajará para no poner en riesgo sus operaciones, además de defender la flexibilidad laboral, ya que la modalidad de trabajo eventual -señala- está acorde a las legislaciones más modernas del mundo.
Tras el rechazo unánime del preacuerdo logrado con el Gobierno, los trabajadores movilizados llegaron hasta las afueras de la empresa TPS, donde rompieron las rejas de acceso para ingresar y fotografiarse como muestra de rechazo ante lo ofrecido por la empresa.
Ante esta situación, cerca de las 14:00 horas, Fuerzas Especiales actuaron con el carro lanzaguas y lanzagases, situación que gatilló los enfrentamientos que se registraron en las inmediaciones del sindicato de estibadores, donde lanzaron bombas molotov y objetos contundentes, cortando el tránsito de forma intermitente.
Los enfrentamientos se reanudaron a eso de las 19:00 horas, donde con barricadas cortaron las calles Blanco, Cochrane y Serrano. Sin embargo, las escaramuzas duraron 30 minutos y luego no se registraron más incidentes.