Tras sus reuniones en el Vaticano con el papa Francisco y el oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu -quien estuvo de visita en Chile como enviado papal a mediados de junio-, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, aseguró haber presentado nuevamente su renuncia al sumo pontífice, pero que no fue aceptada.
Según relató el mismo Chomalí, “en un ambiente de confianza le expresé mi apoyo frente a las injustas acusaciones de las que ha sido objeto y le presenté nuevamente mi renuncia y las razones para ello, la que no fue aceptada”.
Asimismo, “le expresé nuestra decidida colaboración y empeño para terminar con los abusos y generar una sociedad más respetuosa de los derechos humanos” e informó al papa respecto “de la situación en la que se encuentra la Iglesia después de su visita a Chile en relación a las denuncias por abuso y a los allanamientos de lo que ha sido objeto”.
La semana pasada, la Iglesia Católica vivió una de sus situaciones más complejas, esto luego que la Fiscalía de O’Higgins ordenara allanar cuatro obispados; el de Chillán, Valparaiso, Osorno y Concepción. Este último a cargo de Chomalí.
Además de reunirse con el Papa y con Bertomeu, Chomalí se encontró también con el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Benjamino Stella, y está estipulado que vea también al embajador de Chile en el Vaticano, Octavio Errázuriz.
Fernando Chomalí lo ha negado en reiteradas oportunidades, aunque muchos lo posicionan como futuro cardenal a cargo de la Arquidiócesis de Santiago como sucesor de Ricardo Ezzati, a quien se le investiga por eventual encubrimiento de casos de abusos sexuales.