El diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, se refirió hoy a los montos de dinero que reciben los parlamentarios cada mes y en qué gastan sus sueldos.
Lo anterior, frente al debate que volvió a abrirse en el país sobre la elevada dieta de diputados y senadores; en comparación con el sueldo mínimo nacional y el promedio que reciben los chilenos.
Con plumón en mano y una pizarra en el programa televisivo Hola Chile, Jackson fue desmenuzando el sueldo de un parlamentario ítem por ítem, clarificando así en que se gastan los dineros.
En primer lugar, precisó que un parlamentario tiene un sueldo bruto de $9.359.000, pero que finalmente recibe $6.800.000 líquidos.
En comparación, el sueldo mínimo bruto en Chile es de $276.000 y, en promedio, este queda en 225.00 líquidos (aprox.) por los descuentos tradicionales: salud y previsión.
Es decir, un sueldo en el congreso equivale a 34 mínimos.
En ese sentido, Jackson argumenta que la abismal diferencia se ve acrecentada cuando se considera que el chileno promedio gasta el sueldo mínimo mayoritariamente en consumo: donde la inflación afecta mucho más.
En cambio, parlamentarios suelen invertir sus dineros en otras áreas donde el IVA no afecta en demasía y por lo tanto la inflación de cada mes, en los precios, no los afecta tanto.
Por lo mismo, enfatizó en que un diputado o senador no debería recibir más de 15 veces un sueldo mínimo. Es decir, no más de 3 millones de pesos.
“Más platas”
En tanto, también habló sobre las asignaciones parlamentarias: los otros dineros que reciben diputados y senadores.
En gastos de recursos humanos, gasto de personal, el diputado o senador tiene un tope de $6 millones: asistentes, asesores legislativos, secretarias, etc.
En cuanto a gastos operacionales, como arriendos, servicios básicos o tecnológicos, tienen un límite de $3.800.000. Aquí se incluye la bencina también, donde existe un límite cercano a los $500 mil.
Adicionalmente, existe un extra de $1 millón para gastar en asesorías externas.
En ese sentido, Jackson explicó que estos gastos son flexibles y que puede mezclarse (en caso de necesitar más dinero en una sección que otra). Además, afirmó que los fondos que no se gastan, quedan en el Congreso y no van” al bolsillo”.
Reducciones
El diputado Giorgio Jackson defiende los gastos parlamentarios y, de hecho, pide que aumenten ya que son los dineros que permiten realizar “bien la pega”.
Es el sueldo líquido el cual busca reducirse con su proyecto, en directa relación con el sueldo mínimo del país.
Es decir, que la dieta parlamentaria no pueda superar una cierta cantidad de sueldos mínimo; definiéndose proporcionalmente a este último.
Esto, según explica el legislador, creará un mayor interés en los parlamentarios por querer generar instancias para aumentar el sueldo mínimo, ya que así también subirán los suyos.
“Esa plata puede ir al país”
Finalmente, Jackson explicó que la reducción en los sueldos es un gesto ético y simbólico más que nada, ya que la cantidad de recursos “salvados” con esto no es equivalente a importantes inversiones sociales.
Es decir, lo que se recuperará con la reducción de la dieta parlamentaria no permitirá crear más hospitales, mejor educación o más seguridad, sino que significa un país más justo, detalló el diputado.
Derribando mitos
Consultado por supuestos beneficios que tienen senadores y diputado, los cuales han sido parte de “mitos urbanos”, Jackson desmintió la mayoría de estos.
Negó que tengan estacionamientos gratis en estadios o en el aeropuerto. Tampoco tienen almuerzo gratuito en el Congreso.
Eso sí, confirmó que tienen atenciones en salud con descuento, tal como otras empresas.