El Acuerdo de Solución Amistosa, o ASA por sus siglas, se denomina el compromiso que adquirió el gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet de darle cabida en la agenda oficial a las demandas de las minorías sexuales, luego que el Movilh demandara al Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por discriminación.

Su firma facilitó el trabajo en conjunto que incluyó, entre otros avances, el envío del proyecto de Ley que pretende establecer el derecho al matrimonio homosexual y permitir la adopción homoparental.

Sin embargo, debido al cambio de Gobierno, hubo algunas dudas desde el mundo LGTBI de que este acuerdo se respetara, lo que finalmente ocurrió.

Durante esta jornada se firmó el traspaso de responsabilidad para su cumplimento desde la Secretaría General de Gobierno a la Subsecretaría de Derechos Humanos. Así lo indicó la ministra vocera, Cecilia Pérez.

La subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, indicó que esperan trabajar en un ambiente de respeto y cumplir con los compromisos adquiridos.

Si bien el vocero del Movilh, Rolando Jiménez, valoró este paso, indicó que la sociedad en su conjunto pide avances reales para terminar con la discriminación.

Luego de esta firma se conformará una mesa de seguimiento, la que estará integrada por Cancillería, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y la cartera de Educación.

En el acuerdo, el Ejecutivo se comprometió a impulsar la adopción homoparental, el matrimonio igualitario, la Ley de Identidad de Género y una reforma a la Ley Zamudio, entre otras medidas.