En el mes de marzo, la aerolínea LAW (Latin American Wings) determinó suspender sus vuelos a Puerto Príncipe debido al exponencial aumento de haitianos que fueron declarados inadmisibles por las autoridades para ingresar a Chile. Eso fue el día 5.
Luego, el día 9, la empresa de transporte suspendió “temporalmente” la venta de pasajes y todas sus operaciones.
Esos dos hechos provocaron cambios en las cifras de haitianos que acuden a Chile: si en febrero ingresaron 11.619, al mes siguiente sólo lo hicieron 5.477. Es decir, hubo una disminución de un 53%, según publicó diario El Mercurio indicando cifras que obtuvo con la Policía de Investigaciones (PDI).
Para el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, la situación de LAW “claramente” influyó en las cifras.
“Estamos hablando de un saldo neto de 15 mil haitianos y 11 mil en febrero, lo que disminuye significativamente desde marzo, a partir de ese hecho”, dijo al matutino.
“Negocio étnico”
En medio de la crisis de LAW, bastante se habló de pasajeros varados, deudas impagas y demandas.
Radio Bío Bío indagó la estructura de la compañía y sus dueños, un abogado que con su esposa controla el 60% de la firma que creció con un modelo de negocios basado en el explosivo flujo de inmigrantes desde El Caribe y que en apenas dos años comenzó a desplomarse, víctima de su propia estrategia.
LAW irrumpió en el mercado aéreo en enero de 2016 con la ruta Santiago-Punta Cana (República Dominicana) a precios bajísimos.
Sus viajes salían del país con muy pocos pasajeros, pero los que llegaban a Chile en los viajes de vuelta eran cada vez más. Extranjeros, principalmente. Dominicanos y sobre todo haitianos que cruzaban la frontera para embarcarse rumbo al sur. Era en el retorno que los viajes se pagaban.
Para el tercer trimestre de 2016, LAW ya realizaba cuatro de esos trayectos a la semana. También viajaban a Lima, en Perú, donde hacían escalas técnicas, pero su foco seguían siendo los inmigrantes. Un exejecutivo de la empresa que pidió reserva de su nombre aseguró a Radio Bío Bío que así se dieron cuenta de que su estrategia debía ser otra: “El negocio ya no era vacacional, sino étnico”, sentenció.
A fines de ese primer año ya habían ampliado la ruta para llegar directamente a Puerto Príncipe, la capital de Haití, desde donde los vuelos salían llenos. Vendían pasajes ida y vuelta, pero la mayoría de sus pasajeros sólo usaban la mitad del trayecto, por lo que la ganancia era segura. Según datos oficiales, de los casi 14.000 haitianos que llegaron a Chile entre enero y octubre de 2016 a través de LAW, apenas 209 volvieron a su país. La aerolínea se quedaba con el valor del pasaje de retorno ya pagado y no utilizado y las correspondientes tasas de embarque. Quienes conocieron por dentro esas operaciones estiman que cada vuelo se traducía en US$ 40.000 de ganancia.