Carol Francesconi es una ingeniera civil industrial egresada de la Universidad Andrés Bello. Como ella, hay cientos de profesionales de distintas áreas que buscan mejorar la educación chilena, canalizando su entusiasmo en la fundación Enseña Chile.
Esta organización, que utiliza la metodología Teach for América de Estados Unidos, fue fundada en nuestro país en 2009 y desde esa fecha capta a personas con título universitario dispuestas a entregar parte de su vida laboral a este ejercicio: ser profesor de un liceo vulnerable.
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A pesar de la profesión de Carol –claro, cualquiera puede pensar en cómo una ingeniera hace clases a un grupo de niños-, trabajó en uno de las tantos liceos municipales de San Pedro de La Paz, en la región del Bío Bío.
“Llegué temerosa y expectante a lo que podría encontrarme en la sala”, dijo la ingeniera a BioBioChile. Y es que se comentaba fuertemente que era un establecimiento donde los alumnos eran desordenados, no ponían atención y no tenían ganas de nada.
La fundación realizó los trámites para que Carol pueda ejercer la docencia en un liceo y todo resultó de acuerdo a lo esperado. Contrario a los comentarios, lo que se encontró fue un tanto distinto.
Sí. Había riesgo social y vulnerabilidad –como en varios establecimientos educacionales de Chile-, pero destacó que, más allá de lo anterior, había “energía”, “ganas de aprender” y “mucho esfuerzo familiar para sacar a los niños de ese medio”.
“Veo niños que tienen muchas carencias en la parte socioemocional, afectiva. Niños con baja autoestima, porque la sociedad los estigmatiza y no se da cuenta que ellos, muchas veces, se avergüenzan del lugar donde viven”, explicó.
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“En la educación hemos formado guetos y por eso no vemos qué es lo que pasa en los colegios más necesitados”, dijo Rodolfo Unibazo, director regional del Bío Bío de Enseña Chile. “La gente que tiene autoridad y poder muchas veces no ve lo que pasa”, continuó.
Justamente en eso se basa el sistema que proponen. En preguntarse ¿qué pasaría si se invita a la gente que tendrá poder a conocer la realidad escolar desde la sala de clases?
Desde allí comenzaron a invitar a profesionales de variadas áreas a ejercer la docencia en establecimientos que tienen sobre un 50% de vulnerabilidad social.
Según explicó el director, con este método se generarían tres importantes impactos referentes a entender los problemas educacionales, concienciar a los profesionales e intentar mejorar la educación mediante una relación directa con los estudiantes.
Y es que el Sistema de Evaluación del Progreso de Aprendizaje de la Universidad Católica (UC), reveló que, en algunos casos, los estudiantes tienen un atraso de aprendizaje que promedia una cifra cercana a los tres años. Esto quiere decir que si están en cuarto medio, realmente saben sólo hasta primero medio.
En tanto, otras cifras -que te mostramos a continuación- indican que hay importantes índices de deserción en las tres escolaridades.
Esa cruda situación es la que desde la fundación buscan erradicar. Y al parecer, con el trabajo de 12 profesionales no pedagogos capacitados decididos a trabajar como profesores -con contrato y sueldo igual al de un docente- más el esfuerzo de toda la comunidad escolar, han ido avanzando, pues los índices señalan que con el método la brecha se reduce incluso a la mitad.
Un claro ejemplo es Carol, quien en el liceo de San Pedro de la Paz trabajó como profesora jefe de un curso. Tras todo un año de dedicación, la ingeniera recordó que “fue el que obtuvo el mejor promedio en todo el colegio y gran parte de ellos hoy está en estudios superiores”.
Desde Enseña Chile realizaron el llamado a participar en esta iniciativa y “comprometerse con la educación de miles de niños” a través de una forma que está “fuera del sistema”. Por eso es que su lema reza que “un día, todos los niños en Chile recibirán educación de calidad”.