Al menos 49 personas murieron en ataques este viernes contra dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch, según las autoridades, que afirmaron que uno de los autores fue identificado como un extremista australiano.
Los ataques tuvieron lugar en esta localidad del la Isla Sur y también dejaron unos 20 heridos graves, declaró la primera ministra Jacinda Ardern. Hablando de un de los “días más oscuros” de este país del Pacífico Sur, denunció una violencia “sin precedentes”.
Testigos describieron escenas caóticas y cuerpos ensangrentados. Niños y mujeres figuran entre las víctimas mortales.
La policía lanzó un llamado para no compartir en las redes sociales “imágenes extremadamente insoportables”, después de que circulara en internet un video mostrando a un hombre blanco grabándose cuando disparaba contra los fieles en una mezquita.
“Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista (…) Por lo que sabemos parece que estaba bien planeado”, dijo Ardern. “Se encontraron dos artefactos explosivos en vehículos sospechosos y fueron desactivados”, añadió.
El atacante de una de las mezquitas era un ciudadano australiano, reveló en Sídney el primer ministro australiano, Scott Morrison. Se trata de un “terrorista extremista de derecha, violento”, dijo.
Se desconoce el número exacto de atacantes pero, según Ardern, tres hombres estaban detenidos. La policía precisó que un hombre de algo menos de 30 años fue acusado de asesinato.
La policía afirmó además que ya no buscaba a más sospechosos.
Las dos mezquitas atacadas eran la de de Masjid al Noor, en el centro de Christchurch, y otra en Linwood, en las afueras. Ambas estaban repletas el viernes para la sesión vespertina de oraciones cuando se registraron los primeros disparos.
“Cuerpos por todos lados”
En uno de los centros, un inmigrante palestino que no quiso ser identificado, dijo que vio cómo un hombre era abatido de un disparo en la cabeza.
“Escuché tres disparos rápidos y después de unos diez segundos todo comenzó de nuevo. Debe haber sido un arma automática porque nadie puede apretar el gatillo tan rápidamente”, dijo el hombre a la AFP.
Según su testimonio, “las personas comenzaron a correr. Algunas estaban cubiertas de sangre”.
Otro hombre narró a la prensa local que vio como un niño era alcanzado por los disparos. “Había cuerpos por todos lados”, dijo.
En una de las mezquitas se encontraba el equipo completo de cricket de Bangladesh, pero los jugadores lograron huir a través de un parque aledaño al edificio.
“Están sanos y salvos, pero en estado de shock. Pedimos al equipo que se quedaran confinados en su hotel”, declaró a la AFP un portavoz. El juego que ese equipo debía disputar contra la selección de Nueva Zelanda fue cancelado.
Varios videos y documentos que circulan en internet, pero que no han sido confirmados oficialmente, parecen indicar que el autor retransmitió el ataque en Facebook Live.
El equipo de AFP analizó estas imágenes, que luego fueron retiradas. Según estos periodistas, especialistas en verificación, son auténticas.
Un “manifiesto” en línea en las cuentas vinculadas con esta página Facebook hace referencia a las tesis de la “teoría del reemplazo” que circulan entre la extrema derecha y que habla de la desaparición de los “pueblos europeos”.
Las fuerzas de seguridad bloquearon el centro de la ciudad pero unas horas más tarde levantaron la medida. La policía pidió a todos los fieles evitar las mezquitas “en toda Nueva Zelanda”.
La municipalidad abrió una línea directa para los padres de los estudiantes que se manifestaban contra el cambio climático no lejos del lugar del ataque.
Todas las escuelas de la ciudad estaban cerradas. La policía instó “a todos los que estaban presentes en el centro de Christchurch a no salir a la calle y a señalar cualquier comportamiento sospechoso”.
Los tiroteos son raros en Nueva Zelanda, un país que en 1992 restringió la legislación para tener acceso a armas semiautomáticas tras una matanza de 13 personas en la ciudad de Aramoana, en la Isla Sur.
Sin embargo, cualquier persona con más de 16 años puede solicitar una licencia para tener acceso a un arma después de un curso sobre seguridad.