La Asamblea General de Interpol, reunida desde el martes en Estambul, Turquía, debe elegir el jueves su presidente entre dos candidatos, uno de ellos un general emiratí acusado de tortura que genera inquietud en defensores de derechos humanos.
El general Naser Ahmed Naser Al Raisi, responsable de las fuerzas de seguridad de Emiratos Árabes Unidos, hace campaña desde el año pasado para acceder a la presidencia de la agencia de cooperación policial, puesto al que también opta la checa Sarka Havrankova.
Los estatutos de Interpol acuerdan al presidente un rol sobre todo honorífico. La gestión de los asuntos cotidianos la asume el secretario general Jürgen Stock, renovado en 2019 para un segundo mandato de cinco años.
Pero, aun así, muchos observadores se preocupan por la candidatura de Al Raisi.
“Estamos profundamente convencidos de que la elección del general Al Raisi dañará la misión y la reputación de Interpol”, escribieron tres eurodiputados recientemente en una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En octubre de 2020, 19 ONG, entre ellas Human Rights Watch (HRW), se inquietaban por la posible elección del general emiratí, “miembro de un aparato de seguridad que toma sistemáticamente como objetivo la oposición pacífica”.
En paralelo, se presentaron varias denuncias por “tortura” contra Al Raisi en los últimos meses en Francia, donde tiene su sede la organización, y en Turquía, que acoge la Asamblea General.
Uno de ellos, el británico Matthew Hedges, explicó haber sido detenido entre mayo y noviembre de 2018 en Emiratos Árabes bajo falsas acusaciones de ser espía durante un viaje de estudios.
El Centro del Golfo para los Derechos Humanos acusa al general emiratí de “actos de tortura y barbarie” contra el opositor Ahmed Mansoor, detenido desde 2017 en una celda de 4 m2 “sin colchón ni protección contra el frío”, ni “acceso a un médico, a higiene, a agua o a instalaciones sanitarias”.
Los procedimientos todavía no han terminado.
“Señal a regímenes autoritarios”
El secretario general Jürgen Stock dijo el martes a la prensa “estar evidentemente al corriente de las acusaciones” contra Al Raisi, pero indicó que “corresponde a los Estados miembros votar”.
“La presidencia de Interpol es un puesto muy simbólico (…), con lo que la reputación dudosa de Al Raisi, justificada o no, es un factor importante para la organización”, explica a Agence France-Presse Mathieu Deflem, profesor de sociología en la Universidad de Carolina del Sur (EEUU) y autor de trabajos sobre Interpol.
El presidente, elegido para cuatro años, ocupa sus funciones a tiempo parcial y sin cobrar y tiene un rol esencialmente protocolario.
El cargo lo ocupa ahora el surcoreano Kim Jong-Yang, elegido tras la detención en su país a finales de 2018 de su predecesor chino Meng Hongwei.
Elegir al general Al Raisi “enviaría una señal a otros regímenes autoritarios” de que usar Interpol para perseguir opositores en el extranjero “no es un problema”, dice Edward Lemon, de la Universidad A&M de Texas.
Un informe británico en marzo concluyó que los Emiratos habían usado el sistema de búsqueda internacional para presionar a opositores.
Si es elegido, el general Al Raisi podrá “trabajar con gobiernos de postulados similares para obstaculizar las reformas hacia una mayor transparencia de Interpol”, insiste Lemon.
El investigador asegura que Emiratos Árabes donó USD 56 millones a Interpol en 2017, una suma casi igual a las contribuciones estatutarias de los 195 países miembros de Interpol, que fue de 60 millones de euros en 2020.
Organizadores de la Asamblea General de 2018, los Emiratos también “donaron o prestaron 10 millones de euros en 2019, un 7% del presupuesto anual de Interpol”, añade.
“Esta financiación reduce la capacidad de los otros miembros de influenciar en la organización”, defiende.
Pero Mathieu Deflem considera que, “dada la reputación de Al Raisi (…), es inelegible”.
Preguntada el martes por AFP, la candidata checa Havrankova también opinó que estas “acusaciones muy graves” puede impedir la elección de su rival. “Corresponde a las delegaciones decidir cómo quiere que la organización sea dirigida”, indicó.