Una iniciativa internacional para crear santuarios marinos alrededor de la Antártica con el objetivo de atenuar los efectos del cambio climático y proteger los frágiles ecosistemas marinos ha fracasado por octavo año consecutivo, debido al bloqueo de China y de Rusia.
La propuesta fue presentada durante la reunión anual de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), una organización que reúne a 25 países además de la Unión Europea, informaron este sábado a la Agence France-Presse (AFP) varias fuentes cercanas a la negociación.
Esta reunión, que se realizó a puerta cerrada, se celebró durante una semana en Hobart, Australia.
El objetivo de la propuesta es crear santuarios marinos en tres áreas alrededor de la Antártica donde viven pingüinos, focas, ballenas o meros chilenos (o bacalao austral).
Estas áreas también son ricas en kril, del que se alimentan muchas especies.
Preocupados por las consecuencias para los derechos pesqueros en la Antártica, China y Rusia han torpedeado sistemáticamente la iniciativa desde que fue lanzada por Australia, Francia y la Unión Europea en 2010, según una fuente que está en contacto con las delegaciones rusa y china.
En un comunicado, la CCRVMA dijo este sábado que la propuesta fue “objeto de muchos debates” pero no se logró un consenso entre todos los miembros de la comisión. Se volverá a discutir en 2020, agregó.
Las organizaciones medioambientales esperaban que los nuevos datos científicos que hacen hincapié en los estragos del calentamiento global sobre el frágil ecosistema antártico convencerían a los países miembros de la CCRVMA de crear los santuarios.
“En estos tiempos de pérdida creciente de biodiversidad y de amenazas de cambio climático, es desesperante que la CCRVMA haya fracasado en proteger las aguas de la Antártica por octavo año consecutivo”, lamentó Andrea Kavanagh, de la ONG The Pew Charitable Trusts.
“En 2002, las naciones de la Antártica se comprometieron a crear una red de parques marinos. Diecisiete años después, solo el 5% del Océano Austral está protegido”, protestó Darren Kindleysides, jefe de la Sociedad Australiana de Conservación Marina.