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La caída del régimen de Bashar Al Assad en Siria ha sido el tema central en Medio Oriente esta última semana, implicando una inminente reconfiguración del país y la región después de más de dos décadas de su mandato. Los rebeldes lograron derrocar a Assad en pocos días, tomando importantes ciudades como Alepo, Homs y finalmente Damasco. Rusia, aliado estratégico, confirmó que Assad dejará el cargo presidencial y abandonará el país, refugiándose en Moscú. Esta situación representa un duro golpe para Rusia, que pierde un aliado en Medio Oriente y se cuestiona el futuro de sus bases militares en Siria. La caída de Assad también debilita al Eje de la Resistencia de Irán, afectando su red de alianzas antiisraelí. Israel aprovechó la situación para ingresar a Siria, generando tensiones en la región. Expertos analizan si la pérdida de apoyo de Rusia a Siria podría tener implicaciones para Venezuela, aunque aclaran que las situaciones son diferentes debido a las condiciones económicas y políticas de ambos países.

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La caída del régimen de Bashar al Assad en Siria ha marcado la última semana en Medio Oriente, significando de manera inminente la reconfiguración del país, así como de la región, tras más de dos décadas del otrora mandatario aferrado al poder.

En un panorama que no se tenía previsto, a los rebeldes sólo les tomó unos cuantos días derrocar a Assad, tras tomar el control de importantes ciudades como Alepo y Homs, hasta llegar a Damasco -capital de Siria-, derrumbando con ello a un aliado estratégico de Rusia, además de Irán.

“Como resultado de las negociaciones entre Bashar al Assad y varios participantes en el conflicto armado en el territorio de la República Árabe Siria, ha decidido dejar el cargo presidencial y abandonar el país, dando instrucciones para llevar a cabo la transferencia de poder pacíficamente”, informó el domingo el Ministerio de Exteriores de Rusia a través de un comunicado.

Por casi una década, el poder de fuego del Kremlin fue fundamental para mantener en pie al Gobierno del otrora líder sirio, quien estuvo por 24 años gobernando el país, el cual heredó de su padre Hafez, quien a su vez lo tomó en 1971.

Tras desconocerse en un principio su paradero, en el transcurso de ayer y este lunes, tanto fuentes oficiales rusas y la propia embajada de Siria en Rusia afirmaron que Bashar al Assad se encuentra en Moscú junto a su familia, tras recibir asilo político del Kremlin, aunque sin ahondar en mayores detalles.

El duro golpe para Rusia tras el derrocamiento de Bashar al Assad en Siria

Consultado por BioBioChile, el director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, afirmó que “la caída de Bashar Al Assad sin duda que es un golpe muy duro para Rusia”.

Lo anterior, “fundamentalmente porque de esta manera Vladimir Putin pierde un aliado en Medio Oriente. No hay que olvidar que la relación entre Moscú y Damasco es bastante antigua, data de los años del padre de Bashar, Háfez Al Assad, y cuando en Moscú existía la Unión Soviética (URSS).

“En ese contexto, Siria siempre fue muy buen comprador de armas soviéticas (y después rusas) pero, además de eso, Siria le ofreció a la Unión Soviética -y a Rusia después- la posibilidad de operar y utilizar la base naval de Tartus, que es un puerto en el Mediterráneo y que es hasta ahora el único punto en el Mediterráneo donde la flota rusa podía fondear”, detalló.

Por ello, advierte que se desconoce “qué va a pasar con el nuevo gobierno sirio, si acaso va a mantener este privilegio para el uso ruso de esta base naval Siria (y otras). Si es así, no solamente ha perdido un aliado y un voto a su favor en Naciones Unidas, ha perdido también la posibilidad de utilizar esta base que es clave, es fundamental para poder mantener una flota robusta rusa en el Mediterráneo”.

Así también lo han mencionado fuentes parlamentarias rusas, alertando que el futuro de las bases militares del Kremlin en Siria -la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus- podría verse en entredicho tras el derrocamiento de Assad, según recoge EFE.

“La situación en Siria es compleja, pero Rusia defiende sus intereses consecuentemente, y en particular, respecto a sus bases militares”, afirmó a la agencia rusa Interfax el presidente del comité de Defensa de la Duma (Cámara de diputados), Andréi Kartapólov.

Del mismo modo, el propio vicepresidente del Senado de Rusia, Konstantín Kósachev, reconoció en Telegram que lo ocurrido en Siria es “un golpe muy duro para todos sin excepción”.

Hasta el sábado, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia continuaría apoyando militarmente a Siria y negó una presunta evacuación de la base naval rusa de Tartus.

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¿Por qué Rusia dejó de apoyar a Siria?

Ante este escenario, surge la interrogante sobre por qué el Kremlin dejó de prestar apoyo al régimen de Bashar al Assar. Según el académico Alberto Rojas esto estaría relacionado directamente con la guerra en Ucrania.

“Para Rusia la guerra en Ucrania sin duda que se ha vuelto desgastadora, costosa, y eso significó básicamente tomar recursos de cualquier parte”, resaltó.

Es decir, “eso significó tener que movilizar tropas y equipamiento militar que en algún momento había desplegado en Siria, fundamentalmente a partir de 2015, para redestinarlo al Frente ucraniano, y eso fue debilitando ese apoyo que mantenía en gran medida a Bashar Al Assad en el poder, al igual que le pasó a Irán”.

En ese sentido, recordó que “Irán había desplegado en su minuto fuerzas de la Guardia Revolucionaria iraní, había ordenado el despliegue de efectivos de Hezbolá desde el Líbano hacia Siria. La guerra en Medio Oriente que comenzó en octubre el año pasado -luego del ataque de Hamás a Israel- obligó también a Irán a reorganizar y redestinar todos sus activos militares”.

El Eje de la Resistencia de Irán y su debilitación

La “victoria” de los rebeldes islamistas en Siria también tiene un impacto importante contra el llamado Eje de la Resistencia de Irán.

Se trata de una alianza informal antiisraelí, liderada por Irán, que está compuesta por los palestinos de Hamás, los libaneses de Hezbolá, los hutíes del Yemen y diversas milicias en Irak, además de la propia Siria de Al Assad.

Teherán forjó una red de alianzas en la región, durante décadas, para hacer frente a Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, calificó al régimen depuesto como “abominable”.

Pero son las propias autoridades iraníes las que han admitido que la caída de Al Assad supone un duro golpe para sus pretensiones. “Es natural que el frente de resistencia se vea afectado”, señaló el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí.

La caída del régimen en Siria, único Estado que formaba parte de la alianza antiisraelí, supone un revés para el Eje de la Resistencia, entre otras cosas, porque el país bañado por la costa levantina mediterránea ofrecía a Irán acceso directo para el suministro de material y armas a Hezbolá en el Líbano.

El propio Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán Ali Jameneí, afirmó hace años que “la resistencia contra Israel por parte de Irán, Siria, Hezbolá, el gobierno iraquí y Hamás pasa por la autopista siria”, según precisa Associated Press.

Israel aprovecha caída de Assad

Respecto a ello, Israel también aprovechó la caída de Assad para ingresar al territorio de Siria durante este fin de semana, siendo esta la primera vez que lo hacen en 51 años.

El primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu declaró el domingo que ordenó al Ejército tomar control de una zona de distensión desmilitarizada en Altos del Golán (Siria), afirmando que el acuerdo vigente desde hace 50 años colapsó, ya que las “fuerzas sirias abandonaron sus posiciones”.

Sin embargo, países árabes como Egipto, Irak y Qatar condenaron dicha acción del Estado judío al considerar que representa un “desarrollo peligroso”, “ocupación de territorios sirios” y “violación flagrante” del acuerdo de separación de las tropas de ambos países, de 1974.

Rusia no logró sostener apoyo a Siria, ¿significa algo para Venezuela?

En una época donde predominan las redes sociales y variedad de informaciones, es importante aclarar ciertos puntos para evitar desinformación y confusión entre escenarios geopolíticos diferentes.

BioBioChile también le consultó al académico Alberto Rojas sobre si la pérdida de apoyo de Rusia a Siria, clave para sostener el régimen de Bashar al Assad, podría ser eventualmente una señal para Venezuela.

Cabe mencionar que el país caribeño es un aliado estratégico para el Kremlin, por lo que surgen rumores sobre si lo ocurrido con Siria podría o no significar un posible levantamiento en la nación controlada por el chavismo.

Sin embargo, el experto fue enfático en aclarar que “el escenario venezolano no se parece en nada a la situación en Siria, salvo el hecho de que estamos hablando de un régimen dictatorial, no democrático”.

“En Venezuela en este minuto (Nicolás) Maduro mantiene en gran medida la lealtad de los oficiales de las Fuerzas Armadas venezolanas bolivarianas a través de privilegios, aumentos de sueldos (millonarios)“, explica.

Por ello, “ese tipo de cosas, asumiendo que, a pesar de la crisis económica que vive, sigue siendo un país importante en temas de exportación de petróleo”.

Por el contrario, “la economía siria es una economía que se ha ido destruyendo a lo largo de los años de la guerra civil, que es un escenario muy distinto al de Venezuela, entonces me parece que ambos casos no son comparables”, concluyó.