El director de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, reconoció hoy que Israel nunca aportó las pruebas que demostraran la implicación de doce de sus empleados en los ataques terroristas que Hamás lanzó el 7 de octubre contra Israel.
Israel informó a Lazzarini el 18 de enero que “12 de los 30.000 empleados de UNRWA” estuvieron implicados en los ataques pero “no se me aportó ninguna información suplementaria desde ese día”, dijo el funcionario,
Se trata de un hombre que además reconoció que tuvo que despedir a los acusados porque se necesitaba acción urgente.
Lazzarini, hablando ante la Asamblea General por primera vez desde las acusaciones de Israel, dijo además que Israel busca “eliminar el papel de la UNRWA como protector del pueblo palestino y (su papel) como testigo de su drama”.
Lamentó además que “pese a la naturaleza infundada de las acusaciones”, 16 países han dejado de financiar a la agencia, lo que ha supuesto un recorte en su presupuesto de 450 millones de dólares.
“UNRWA está enfrentándose a una campaña deliberada y concertada para socavar sus operaciones (que tienen el mandado de la Asamblea, recordó), y en último término acabar con ellas”, dijo Lazzarini.
Líder de la UNRWA denuncia intentos de Israel por acabar con el rol de la agencia
Esas campañas incluyen “inundar a los donantes con desinformación diseñada para fomentar la desconfianza y empañar la imagen” de la agencia, dijo Lazzarini.
Tras esto alertó contra los proyectos de Israel de dejar de lado a la UNRWA en el diseño de una Gaza post-conflicto, dado que ninguna otra agencia podrá hacerse cargo de servicios como la salud o la educación.
Entre los países que han congelado su financiación para la UNRWA están los principales donantes -EEUU, Alemania, Japón o Suecia-, pero no España, que contrariamente a los anteriores ha anunciado que incrementa su aportación en 3,5 millones de euros.
Precisamente en la sesión especial de la Asamblea de hoy, España tuvo un papel protagonista.
Su embajador, Héctor Gómez, tomó la palabra en nombre de varios países europeos (Noruega, Bélgica, Irlanda, Portugal, Eslovenia, Luxemburgo y Malta).
Lo anterior, no solo para expresar su apoyo a la agencia, sino para pedir a la Comisión Europea que acelere la entrega de 50 millones por su parte.
“Apoyamos firmemente -dijo Gómez en su discurso- el mandato de UNRWA, que sigue siendo tan esencial como antes. Nos preocupan mucho los esfuerzos por socavar (su papel). Son el pilar de la respuesta humanitaria tan vital en Gaza, donde otras agencias dependen de ella (y son) el faro de esperanza para millones de niños, mujeres y hombres”.