Cómo es vivir en una miklat: los refugios antibombas que tiene todo ciudadano israelí

Ante las escenas de bombardeos y enfrentamientos armados ocurridos en Israel, es común observar que en cada casa o departamento hay un espacio ocupado como un refugio antibombas. Este lugar es conocido como miklat, y puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte.

No obstante, entre sus características se encuentra que es un espacio habilitado con una puerta de acceso que mayormente es blindada. De igual modo, los edificios son espacios comunes que se comparten con vecinos.

“Los refugios sirvieron, lo que pasó es que algunas casas de los kibutzim que están al lado de Franja de Gaza, son antiguas, y a pesar de que tengas un cuarto de seguridad, si no está puesto a punto y en el caso de que te penetre un ataque terrorista al lado, es problemático. Si tienes una apertura muy pequeña y te lanzan una granada para adentro, fuiste”, menciona el analista político Gabriel Ben Tasgal a La Segunda.

Al respecto, el testimonio de Ortal Dadya, una madre israelí de 39 años, mencionó al Times de Israel que el lugar cumple un rol fundamental en la sociedad israelí.

“Cada segundo pensaba que íbamos a morir”, indicó cuando agentes del grupo terrorista palestino Hamás irrumpió en medio de Sderot donde reside, que se encuentra ubicada cerca de la Franja de Gaza.

Es “algo que nunca he visto”, explicó Dadya, sobre el inusitado nivel de violencia, pues debió resguardarse con su familia en un miklat.

La historia detrás de los miklat,los refugio antibombas

A raíz de la Guerra del Golfo, el Comando del Frente Interior de Israel elaboró nuevas directrices para la defensa civil. Por lo mismo, en 1992 se crearon recomendaciones técnicas que debían cumplir estos espacios.

En esta misma línea, estas piezas son hechas de hormigón y acero que recubre las paredes y los techos.

“Por orden municipal y estatal, todas las casas que fueron construidas después de la Guerra del Golfo Pérsico el año 1991 en Israel deben tener un cuarto de concreto. Esto significa que las paredes no deben ser de ladrillos, tienen que ser concreto. También tienen que tener una puerta blindada y una ventana de acero. Los muros deben tener 30 centímetros de espesor y cuando se cierran por dentro la familia está segura”, menciona Tasgal, al vespertino.

Entre los modelos de miklat, las hay de diferentes tamaños y el valor varía entre 3.000 y 30.000 euros, dependiendo del tipo de vivienda.