El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró este jueves que los servicios de inteligencia ucranianos han detectado que Corea del Norte se está preparando para enviar a Ucrania 10.000 soldados y ayudar así a Rusia en su invasión.
“Sabemos que Corea del Norte está preparando a 10.000 soldados para enviarlos a luchar contra nosotros”, afirmó Zelenski en una rueda de prensa, al término de la reunión que mantuvo en Bruselas con los líderes europeos para pedir su apoyo a su Plan de Victoria.
El presidente ucraniano dijo que es una información que ha compartido con Estados Unidos y con los países europeos, porque es “algo urgente”.
“Es un segundo país sumándose a Rusia involucrándose en esta guerra”, dijo Zelenski, que diferenció el apoyo que proporciona Irán al que está dándole Pionyang.
“Irán le da drones y misiles, pero no personas. Y aquí vemos este es el primer paso para una guerra mundial“, sentenció el líder ucraniano.
Zelenski y su Plan de Victoria para Ucrania contra Rusia
Este jueves, además, Zelenski presentó su Plan de Victoria ante la Unión Europea (UE) en Bruselas, Bélgica, instando a sus socios europeos a respaldar su propuesta para poder convencer a otros líderes, como autorizar a Ucrania a atacar territorio ruso con armas de largo alcance.
Incluso, afirmó que si se aplica el plan, “la guerra puede acabar el año que viene”.
Del mismo modo, solicitó el despliegue de armamento estratégico en Ucrania por parte de países como EE.UU, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania para disuadir a Rusia, así como la formalización de la invitación de la OTAN para la entrada de Ucrania en la Alianza, que solo se produciría cuando termine la guerra.
El presidente ucraniano urgió también a los líderes de la UE que aprueben “lo más rápidamente posible” el préstamo de hasta 35.000 millones de euros que están dispuestos a darle, en el marco del pacto del G7.
Está previsto que el Parlamento Europeo lo apruebe la semana que viene, aunque la UE no ha logrado levantar el veto de Hungría a la extensión de la congelación de los activos rusos -de cuyos beneficios saldrá el préstamo- durante tres años y no cada seis meses.
Sobre este último punto dependerá la aportación de Estados Unidos, que podría aportar hasta 20.000 millones de euros.
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