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El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia abrió una causa penal contra un periodista de CNN y dos corresponsales ucranianas, acusándolos de ingresar ilegalmente a la región de Kursk. Los investigados podrían enfrentar hasta 5 años de prisión por infracción al Código Penal ruso. Esta investigación se suma a otra causa contra periodistas italianos por cruzar ilegalmente la frontera para informar sobre los avances ucranianos en Kursk.

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El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia abrió este jueves una causa penal contra un periodista de la cadena estadounidense CNN y dos corresponsales ucranianas, acusándolos de cruzar de manera ilegal la frontera en la región de Kursk.

En concreto, se trata del periodista británico Nick Peyton Walsh; y las corresponsales ucranianas Olesya Borovik y Diana Butsko, quienes habrían ingresado ilegalmente en Kursk para grabar vídeos e informar desde la localidad de Sudzha.

Esta zona está a unos diez kilómetros en el interior del territorio ruso, según detalló el servicio de prensa del FSB.

Con la orden del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, los investigados serán incluidos en el listado de personas más buscadas por las autoridades rusas.

De esta manera, se podrían enfrentar a una pena máxima de 5 años de prisión por la infracción del Código Penal sobre “cruce ilegal de la frontera estatal de la Federación de Rusia”, según recoge la agencia TASS.

Otra investigación contra periodistas por ingresar a Kursk

Esta investigación se suma a la causa abierta la semana pasada contra los periodistas italianos Simone Traini y Stefania Battistini.

Estos también habrían cruzado de forma ilegal la frontera rusa para informar de los avances ucranianos. Moscú ya ha expresado su malestar a los representantes diplomáticos de los países en cuestión.

Cabe recordar que Ucrania emprendió a inicios de este mes una incursión terrestre sobre Kursk a través de la región fronteriza de Sumi.

Desde entonces sus tropas han logrado tomar el control de cerca de cien localidades y 1.250 kilómetros cuadrados. Desde el Kremlin aseguran que hay más de 4.100 militares ucranianos muertos y advierten que responderán con contundencia por lo ocurrido.