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El Gobierno de Reino Unido convocó una reunión de emergencia, conocida como \'Cobra\', para abordar las fuertes protestas ultraderechistas y antiinmigración que han dejado más de 150 detenidos. Estas medidas se toman luego del apuñalamiento mortal de tres niñas en Southport y tras un ataque contra un hotel de solicitantes de asilo en Rotherham. El primer ministro, Keir Starmer, condenó la violencia, destacando que quienes participen enfrentarán todo el peso de la ley. Se ofreció mayor protección a mezquitas y se aseguró que los centros penitenciarios están preparados para recibir a los culpables. La ministra del Interior, Yvette Cooper, calificó los hechos como una "vergüenza total" y garantizó el apoyo a la Policía para perseguir y sancionar a los responsables.

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El Gobierno de Reino Unido convocó este lunes una reunión de emergencia para abordar las fuertes protestas ultraderechistas y antiinmigración registradas a lo largo del fin de semana en varias ciudades, las cuales se han saldado con más de 150 detenidos hasta el momento.

Esta reunión, conocida como ‘Cobra’ debido a la sala en la que tienen lugar este tipo de encuentros por parte del Gabinete, tendrá lugar tras seis días de escala de violencia a raíz del apuñalamiento mortal de tres niñas en Southport la semana pasada.

Estos encuentros reúnen a ministros, funcionarios, policías, agentes de Inteligencia y otros altos cargos competentes en aquellas cuestiones que se estén investigando.

La reunión de este lunes tiene como objetivo proporcionar al Gobierno información actualizada sobre la violencia registrada durante el fin de semana y facilitará una respuesta por parte de las autoridades de cara a los próximos días, según ha recogido la cadena de televisión BBC.

El primer ministro, Keir Starmer, condenó el ataque contra un hotel que albergaba solicitantes de asilo y que se encuentra en la ciudad de Rotherham y ha prometido que los implicados tendrán que soportar “todo el peso de la ley”. Las fuerzas de seguridad han tenido que responder a escenas similares en las localidades de Tamworth, Middlesbrough, Hull y otras partes del país.

“La gente en este país tiene derecho a estar segura y, sin embargo, hemos visto comunidades musulmanas señaladas, ataques a mezquitas”, dijo el primer ministro, quien se lamentó el “matonismo de extrema derecha” y la “violencia gratuita junto a una retórica racista”.

Desde el Ministerio del Interior han ofrecido a las mezquitas una mayor protección y han puesto a su disposición la posibilidad de solicitar un despliegue de seguridad para permitir el acceso seguro a estos templos lo antes posible.

Además, la ministra del Interior, Yvette Cooper, aseveró que los centros penitenciarios del país están “preparados” para recibir a la “minoría matona de criminales” que ha provocado altercados a lo largo de las islas. “No hablan por nuestras comunidades”, recalcó la encargada del Interior.

“Nos hemos asegurado de que haya fiscales adicionales, que haya prisiones, que haya plazas penitenciarias listas y también que los tribunales estén preparados”, dijo Cooper, quien tachó de “vergüenza total” los últimos acontecimientos y pidió que los involucrados “paguen el precio” de los desórdenes.

“Hemos dejado muy claro a la Policía que cuentan con todo nuestro apoyo para perseguir todos los procesos y sanciones, incluidas las penas de prisión graves, el seguimiento de cerca a largo plazo, y las prohibiciones de viajar”, puntualizó.