Tanto rusos como ucranianos se encuentran en medio de una batalla de desgaste que deja a diario enormes bajas en ambos lados.
Rusia sigue intentando hacerse con el control total de la ciudad ucraniana de Bajmut “pese a las pérdidas en hombres y equipamiento”, según lo comentó Kiev.
Pese a esto, sus asaltos están perdiendo fuerza y el ejército ucraniano “lo aprovechará muy pronto” para echar a los rusos por completo de la zona.
Esa es la radiografía de la situación que hizo este jueves en su canal de Telegram el comandante de las Fuerzas Terrestres ucranianas, Oleksandr Syrskyi, que explicó también que los mercenarios del grupo Wagner siguen siendo el principal componente de los asaltos rusos en Bajmut.
“Están perdiendo fuerza y oxígeno de manera considerable”, dijo Syrskyi, que añadió que las tropas ucranianas “aprovecharán muy pronto esta oportunidad como ya hicieron en Kiev, Járkov, Balaklia y Kupyansk”, en referencia a territorios previamente asediados y ocupados por Rusia que ya han sido liberados por Ucrania.
En su mensaje, el militar ucraniano alabó a las tropas que defienden Bajmut, que sigue bajo control de Kiev por “la resiliencia, el coraje y la valentía sobrehumanas que demuestran bajo el fuego continuo de la artillería y la aviación enemigas”.
Por su parte el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) ve signos de que Rusia ha ralentizado sus operaciones en Bajmut.
Las fuerzas de Moscú han conseguido “avances marginales” en algunas zonas, mientras Ucrania ha lanzado contraataques en otras.
Lucha de desgaste
El ejército ruso, apoyado por el grupo paramilitar Wagner, rodea Bajmut por el norte, el este y el sur, lo que complica el abastecimiento de los soldados ucranianos.
Pero estos últimos están resistiendo, a costa de grandes pérdidas también en el lado ucraniano, una estrategia asumida por el mando militar de Kiev que apuesta por una guerra de desgaste.
Estos últimos días las fuerzas rusas, prorrusas y el Grupo Wagner han informado sobre sus avances hacia el centro de Bajmut, además de confirmar que tienen el control de los accesos a dicha ciudad.
No obstante, los propios mercenarios han adelantado que pueden perder esta batalla por falta de municiones.
Si bien la importancia estratégica de Bajmut es relativa, Moscú quiere anotarse una victoria militar tras varios reveses humillantes el verano y el otoño pasados que empujaron al presidente ruso Vladimir Putin a movilizar a varios cientos de miles de reservistas (civiles) y a nombrar a un nuevo comandante a cargo de las operaciones en Ucrania.