El presidente francés, Emmanuel Macron, replicó este martes a los que le acusan de haber apoyado el desarrollo de Uber cuando fue ministro de Economía entre 2014 y 2016, subrayando que está "orgulloso", que lo volvería a hacer, y que con la liberalización del sector contribuyó a crear miles de empleos.
“Estoy muy orgulloso de lo que hice, pero hay que ver la totalidad de lo que hicimos”, respondió Macron a preguntas de la prensa durante una visita a Crolles, cerca de Grenoble, durante la presentación del proyecto de una nueva fábrica de semiconductores.
Aseguró que “nunca fue ingenuo”, en relación al modelo social que comporta Uber, y al respecto recordó que tras ser elegido en 2017 presidente de la República, Francia se convirtió en el primer país europeo que reguló esas plataformas y el que al mismo tiempo promovió una regulación a escala europea.
El pasado domingo se filtraron en la prensa los primeros resultados de una amplia investigación periodística sobre las prácticas de influencia de Uber en Europa, que en muchos casos rayaron los límites de la legalidad.
En ese trabajo, desarrollado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, uno de los aspectos polémicos es la gran proximidad que Macron tuvo con los principales dirigentes de Uber, incluido el que fue su consejero delegado, Travis Kalachnik, desde que los recibió en su despacho de ministro en octubre de 2014.
Hasta el punto de que en varias ocasiones Macron puenteó a otros miembros del Gobierno socialista del que formaba parte, mucho más reticentes a Uber y a su modelo social, para eliminar obstáculos normativos para la expansión de la compañía estadounidense.
El ahora presidente francés, sin entrar en detalle de lo que hizo, justificó su acción para liberalizar el negocio del taxi que “era un sistema cerrado”. Dijo que su papel “como ministro era permitir la entrada de nuevos actores para crear empleos”, y luego regular la actividad de esas nuevas empresas para impedir los abusos.
“Asumo hasta el final haberme reunido con empresarios extranjeros” y “lo volvería a hacer ahora” porque de lo que se trata es de “luchar contra el desempleo masivo”, explicó Macron, que aseguró haber sido “siempre ultra transparente”.
En cuanto a las críticas por haber ayudado a una empresa que luego se ha demostrado que ha aplicado políticas de deslocalización de su sede para alojar los beneficios en jurisdicciones que actúan como paraísos fiscales, hizo notar que él ha sido uno de los dirigentes mundiales que más ha trabajado para evitar la llamada “optimización fiscal” con una reforma de las reglas internacionales.
“Luché por crear empleos y por la innovación” del sector, concluyó.
El papel de Macron en favor de Uber está siendo utilizado por la oposición, tanto la de la extrema derecha de Marine Le Pen, como la de la izquierda de Jean-Luc Mélenchon.
De hecho, la coalición de izquierdas Nupes quiere que se cree una comisión de investigación sobre este asunto y así se lo han planteado este martes a la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, mientras que la Agrupación Nacional (RN) de Le Pen reclama “una misión de información” en la cámara baja.
Teniendo en cuenta que Braun-Pivet es del partido de Macron, es difícil pensar que pueda dar su visto bueno a una comisión de investigación, lo que implicaría que para que la Nupes pudiera conseguir ese objetivo tendría que esperar al comienzo de la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional en otoño.