La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, instó a un cese de las hostilidades en Ucrania y advirtió que un aumento de las tensiones en el terreno militar implica que hay más riesgos de que ocurran graves violaciones de los derechos fundamentales y del derecho humanitario internacional.
“Tras la decisión anunciada por el presidente de Rusia -en relación al reconocimiento de la independencia de las regiones de Lugansk y Donetsk, al este de Ucrania- estoy muy alarmada porque cualquier escalada importante de las acciones militares aumenta el riesgo de graves violaciones”, dijo la responsable de derechos humanos de la ONU.
Bachelet señaló que en medio de esta situación se debe considerar prioritario evitar las víctimas civiles, así como su desplazamiento forzado y los daños a cualquier infraestructura de uso civil.
Bachelet también pidió a las partes en conflicto “allanar el camino para el diálogo, en lugar de generar escenarios que puedan aumentar la violencia”.
También desde Ginebra, la Oficina para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios de la ONU subrayó que la situación en el Donbás es “muy volátil” y las hostilidades se están incrementando.
El portavoz de la oficina, Jens Laerke, destacó en una rueda de prensa que la población del este de Ucrania ya ha sufrido enormemente en los pasados ocho años, desde que se iniciaron las hostilidades en Lugansk y Donetsk.
Para este año, la agencia humanitaria de la ONU había pedido previamente a la comunidad internacional 190 millones de dólares con el objetivo de ayudar a 1,8 millones de ucranianos, una cantidad que según el portavoz se podría redirigir si así lo exige el desarrollo de los acontecimientos en el país.
Naciones Unidas tiene por el momento un operativo de 1.500 personas en Ucrania, de las que alrededor de un centenar trabajan en el epicentro actual del conflicto, en la parte oriental del país europeo.
Este lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en un comunicado que la organización “apoya totalmente” la soberanía de Ucrania, y señaló que el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk por parte de Rusia es una “violación de la integridad territorial”.
El máximo representante de Naciones Unidas afirmó asimismo estar “muy preocupado” por esta acción rusa y pidió una “resolución pacífica del conflicto del este de Ucrania, en concordancia con los acuerdos de Minsk” respaldados por la ONU en 2015.