Al menos 4 muertos y 120 heridos dejó un terremoto grado 7 ocurrido este viernes en la frontera entre Turquía y Grecia, causando el colapso de una veintena de edificios en la provincia costera de Izmir.
“Cuatro conciudadanos nuestros perdieron la vida en el sismo (…). En total resultaron heridos 120 conciudadanos”, indicó el ministro, Fahrettin Koca, en Twitter.
El temblor, que se sintió en Estambul y Atenas, tuvo lugar en el mar Egeo, al sudoeste de Esmirna, tercera ciudad de Turquía, y cerca de la isla griega de Samos.
“En este momento, hemos recibido informaciones según las cuales seis inmuebles se derrumbaron en Bornova y Bayrakli”, en la provincia de Esmirna, indicó el ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, en Twitter.
“Algunos de nuestros conciudadanos están atrapados bajo los escombros”, añadió el ministro de Medioambiente, Murat Kurum, que por su parte dio cuenta de cinco edificios derrumbados.
La cámara de un transeúnte logró captar el momento exacto en que un edificio residencial en la ciudad turca de Izmir se derrumbó. Otros 20 edificios corrieron la misma suerte, según el alcalde Tunc Soyer.
Según el USGS, el sismo de magnitud 7 se produjo a una decena de kilómetros de profundidad.
Los canales de televisión del país mostraban imágenes de nubes de polvo elevándose en el cielo, mientras que los habitantes se precipitaban a la calle víctimas del pánico.
El gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya, señaló que no se constató ningún daño por ahora en la capital económica del país.
“Todas nuestras instituciones comenzaron a desplazarse al lugar para iniciar los esfuerzos necesarios”, declaró el presidente Recep Tayyip Erdogan en Twitter.
Turquía se ubica en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. En 1999, un sismo de magnitud 7,4 sacudió el noroeste del país, causando más de 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.
En 2011, una sacudida de 7,1 en la provincia de Van mató a 600 personas.
El pasado enero, un terremoto de 6,7 dejó unos cuarenta muertos en la provincia de Elazig (este).