El gobierno portugués anunció este jueves que renacionaliza la aerolínea TAP para evitar que sucumba ante la crisis provocada por la pandemia del nuevo coronavirus.
El gobierno invertirá 55 millones de euros para aumentar su participación en el capital de TAP del 50% al 72,5%, anunció en rueda de prensa el ministro de Finanzas, Joao Leao, citado por la televisión TSF en su página web.
“La actividad de TAP tiene una enorme importancia estratégica para el país”, subrayó el ministro, según TSF, y explicó que el gobierno intervino “para evitar el colapso de la empresa”.
Los confinamientos impuestos para luchar contra la epidemia han dejado en tierra a los aviones. Los gobiernos europeos intervienen masivamente para evitar la quiebra de los principales grupos, como Lufthansa y Air France.
Después de largas negociaciones con accionistas privados, el gobierno alcanzó un acuerdo que permite retirarse al principal de ellos, el estadounidense David Neeleman. Su socio portugués Humberto Pedrosa tendrá el 22,5% de las acciones y los empleados del grupo conservarán el 5%.
El presidente ejecutivo del grupo, Antonoaldo Neves, nombrado por David Neeleman, será sustituido “inmediatamente”, agregó el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, citado por la agencia de prensa portuguesa LUSA. No anunció a un sucesor.
La compañía fue privatizada en 2015 hasta el 61% de las acciones pero al año siguiente el Estado portugués subió su participación al 50% del capital. El consorcio Atlantic Gateway de Neeleman y Pedrosa tenía el 45%.
La aerolínea desempeña un papel esencial en el sector turístico, uno de los motores de la economía portuguesa. “Casi el 90% de nuestros turistas llegan por avión, la mitad por TAP”, recordó el martes el ministro de Infraestructuras, subrayando que “sería un desastre económico perderla”.
El gobierno propuso a los accionistas un préstamo de hasta 1.200 millones de euros (1.350 millones de dólares) para rescatar al grupo, pero la junta de administración rechazó las condiciones, según Santos.
Las aerolíneas podrían sufrir más de 84.000 millones de dólares en pérdidas netas en 2020, y otros 15.000 millones de dólares en 2021 debido a la pandemia de coronavirus, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).