Mediante entrevistas con 5 asistentes a su última reunión de Gabinete, el periódico The New York Times logró reconstruir los detalles de una de sus sesiones más ásperas, donde el protagonismo de Elon Musk dio paso a una reprimenda del presidente de EEUU, Donald Trump, por enfrentarse en duros términos con varios de sus Secretarios (Ministros).
Según relata el matutino, el combustible lo proporcionaron las agresivas medidas para despedir funcionarios públicos que ha llevado adelante el multimillonario asesor del mandatario, atropellando incluso la autoridad de los jefes de cada cartera.
Los fuegos habrían iniciado, sin embargo, con el propio Elon Musk, quien recriminó en duros términos al miembro más poderoso del Gabinete, el Secretario de Estado (equivalente en Chile al Ministro del Interior), Marco Rubio.
El empresario acusó públicamente a Rubio de “no despedir a nadie”, a excepción -quizá- del funcionario del Departamento de Eficiencia en el Gobierno (DOGE) que el propio Musk había designado para supervisar las desvinculaciones en esa área.
Por su parte, Rubio había acumulado su enojo contra el fundador de Tesla desde que el DOGE anunció por sorpresa la completa supresión de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) mientras él se encontraba de gira por Centroamérica, una oficina que estaba bajo su jurisdicción.
Así, el exsenador republicano contraatacó diciendo que Musk “faltaba a la verdad”. “¿Y qué pasa con los más de 1.500 funcionarios del Departamento de Estado que se acogieron al plan de retiro anticipado? ¿Acaso no cuentan como despidos?”, preguntó antes de agregar con sarcasmo si Musk prefería que los contratara de nuevo sólo para que él pudiera hacer el “show” de despedirlos otra vez.
Luego de que Rubio detallara su propio plan para reorganizar su Ministerio, Musk se declaró “no impresionado” y luego le espetó de que al menos “servía para la televisión”, aludiendo a que no era útil para mucho más.
Según detallan los asistentes entrevistados por el New York Times, la acalorada discusión se mantuvo por un tiempo “incómodamente largo”, durante el cual el presidente Trump sólo se mantuvo observando desde su silla como si hubiera sido “el árbitro de un partido de tenis”.
Finalmente, el mandatario decidió intervenir defendiendo a Rubio al asegurar que “estaba haciendo un excelente trabajo”. “El señor Rubio tiene mucho con lo cual lidiar. Está muy ocupado, ha estado viajando y apareciendo en televisión. Todos tenemos que trabajar juntos”, afirmó.
Primeras grietas en la relación de Donald Trump y Elon Musk
La intervención de Trump era muy esperada por los miembros de su Gabinete, quienes al igual que varios parlamentarios republicanos se han sentido atropellados por las acciones “con motosierra eléctrica” de Elon Musk. Y aunque en su mayoría concuerdan con la tarea asignada al empresario -reducir el gasto, los fraudes y el abuso en el Gobierno- no concuerdan en la forma agresiva ni en la falta de coordinación que la ha caracterizado.
La mano del 47º presidente de los EEUU ya se había dejado sentir antes de comenzar la reunión, con un incómodo Elon Musk asistiendo de traje y corbata, luego de que Trump le reprochara su vestimenta “descuidada” por aparecer anteriormente en la Casa Blanca con sus usuales camiseta, gorra y zapatillas.
Tras escuchar las intervenciones, el mandatario alabó las acciones tanto de Musk como de sus Secretarios, y si bien aseguró que seguía apoyando el objetivo del DOGE de recortar gastos y personal, ordenó que fuera más “cuidadoso” en su labor, indicando que debía llevarse a cabo “con un bisturí en vez de un hacha”.
Además, zanjó el conflicto de autoridad indicando que eran los Secretarios quienes “estaba a cargo”, mientras que Musk sólo actuaría como consejero.
Fuera de Rubio, el Secretario del Tesoro (Ministro de Hacienda), Scott Bessent, ya había tenido varios roces con Elon Musk y no asistió a la reunión.
Previo a la decisión del presidente, el empresario también había discutido con el Secretario de Transportes, Sean Duffy, quien estaba molesto por la insistencia de Musk en despedir controladores aéreos en un momento en que se registra una crisis en la aeronavegación del país, con al menos tres incidentes graves -dos de ellos fatales- en lo que va del año.
“Los jóvenes del DOGE de Musk están tratando de despedir controladores aéreos. ¿Qué quiere que haga? ¿Tenemos que lidiar con varios accidentes de aviones y su gente quiere que despida controladores aéreos?”, preguntó Duffy desconcertado.
Musk retrucó de inmediato que las afirmaciones del Ministro eran “una mentira”. Duffy aseguró que no, porque lo escuchó de los propios controladores aéreos. Musk reaccionó aún más airado preguntando quién había sido despedido. “Dame nombre. ¿Dime qué nombres?”.
A ello, Duffy zanjó que “no hay nombres porque yo no permití que los despidieran”.
Tras una seguidilla de dimes y diretes, Trump aseguró que quería que Duffy “contratara gente del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts)” porque los controladores aéreos deben ser “unos genios”.
En tanto, el Secretario de Asuntos de Veteranos de Guerra, Doug Collins, manifestó su aprensión por los efectos que tendría despedir funcionarios de un departamento que atiende servicios para miles de veteranos, uno de los grupos de mayores votantes de Trump.
“Debemos ser estratégicos y no ponernos a descabezar a todos”, argumentó Collins. Trump le dio la razón afirmando que “debemos quedarnos con los inteligentes y despedir sólo a los malos”.