VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

La jueza Tanya Chutkan ha decidido conceder una pausa al juicio del expresidente Donald Trump en Washington por el asalto al Capitolio en enero de 2021, permitiendo al fiscal especial Jack Smith evaluar cómo proceder tras la victoria de Trump en las elecciones recientes. El fiscal busca alinear sus acciones con las políticas del Departamento de Justicia, que impiden investigar a los presidentes en ejercicio. Trump enfrenta acusaciones por intentar revertir los resultados electorales de 2020 y por supuestamente instigar el asalto al Capitolio. Se espera que su victoria sea certificada el 6 de enero, con su investidura el día 20. Smith también está involucrado en un caso en Florida por documentos clasificados. Trump busca que todos los casos en su contra sean desestimados, incluyendo uno en Nueva York por falsificación de registros comerciales. Su equipo busca postergar la vista en Nueva York y desestimar todos los casos en su contra.

Desarrollado por BioBioChile

La jueza Tanya Chutkan aceptó este viernes conceder una pausa al juicio que enfrenta el expresidente Donald Trump en Washington por el asalto de enero de 2021 al Capitolio para dar tiempo al fiscal especial, Jack Smith, a evaluar cómo proceder tras la victoria del republicano en las elecciones del martes.

La magistrada autorizó que se suspendan los plazos pendientes y que el Gobierno presente para el 2 de diciembre sus deliberaciones sobre el camino a seguir en este caso penal, tal y como lo había solicitado Smith.

El fiscal pidió la pausa para estudiar cómo avanzar en consonancia con las políticas del Departamento de Justicia, que impiden investigar a los presidentes mientras estén en ejercicio y que, por tanto, obligarían a Smith a cerrar el caso.

Este 21 de noviembre estaba previsto que los abogados de Trump presentaran a la jueza su documentación sobre por qué no debería ser juzgado en Washington, después de que el Supremo fallara que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad judicial.

Trump, que el martes venció a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, está acusado en el Distrito de Columbia por sus intentos para revertir los resultados de las elecciones que perdió en 2020 contra Joe Biden y por haber presuntamente instigado el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Está previsto que se certifique su victoria el 6 de enero y que sea investido el día 20 de ese mes.

Según el diario The New York Times, Smith ya había iniciado discusiones con integrantes del Departamento de Justicia sobre cómo avanzar tras las elecciones en los dos casos federales: el del Capitolio y la acusación en Florida por haberse llevado de la Casa Blanca documentos clasificados al abandonar el poder.

La cadena NBC News añadió que el Departamento de Justicia parece haber asumido que ni el proceso en Washington ni el de Florida pueden tener lugar en un futuro cercano y que ahora que (Trump) ha sido elegido de nuevo, no ve margen para continuarlos.

El fiscal especial no ha solicitado de momento una pausa en el proceso en Florida. Ese caso fue desestimado el 15 de julio, pero Smith reclamó el 26 agosto a un tribunal de apelaciones que fuera restaurado.

El republicano dijo durante la campaña que en su primer día como presidente despediría a Smith y ordenaría al Departamento de Justicia cerrar los casos en su contra que, según sostiene, fueron motivados por una persecución política.

Trump enfrenta cuatro juicios penales paralelos: los dos federales y otros dos en cortes locales de Nueva York y de Georgia.

El único donde hay condena es el que tiene en Nueva York por falsificación de registros comerciales para encubrir un pago a la exactriz porno Stormy Daniels, con quien supuestamente tuvo una aventura en el pasado, para evitar que le perjudicara en su campaña de 2016.

El objetivo del equipo de Trump, según NBC News, es que todos los casos sean desestimados. En el de Nueva York, se contempla también la posibilidad de posponer de forma indefinida la vista programada para finales de noviembre.

Según la Constitución estadounidense, un presidente no puede perdonarse en una acusación estatal, como sucede en Nueva York, y en el caso de Georgia, donde está acusado de injerencia electoral, tampoco podría indultarlo el gobernador.