El presidente electo de EE.UU, Donald Trump (d), y su vicepresidente J.D Vance (i), en la noche del martes durante en el Centro de Convenciones de West Palm Beach en Florida, EE.UU | EFE
visitas
VER RESUMEN
Resumen automático generado con Inteligencia Artificial
James David Vance, más conocido como J.D. Vance, proveniente de Ohio, se alza como el nuevo vicepresidente de EE.UU. tras la victoria de Donald Trump, en un ascenso que él mismo considera un ejemplo del sueño americano de superación. Su infancia marcada por la violencia, las drogas y las armas en Middletown contrasta con su trayectoria que lo llevó a estudiar en Yale, convertirse en senador por Ohio y ahora aspirar a la vicepresidencia. Su historia en los Apalaches y su servicio como marine en la guerra de Irak moldearon su carácter, al igual que las enseñanzas de su abuela, a la que llamaba "Mamaw". Tras una exitosa carrera académica, que incluyó estudios en Yale, J.D. publicó sus memorias tituladas \'Hillbilly Elegy\' que inspiraron una película de Netflix. A pesar de su inicial desdén por Trump, Vance viró hacia un conservadurismo cercano al MAGA, convirtiéndose al catolicismo y asumiendo posturas más afines al expresidente. Su matrimonio con Usha, de ascendencia india, y sus tres hijos marcan su vida personal, mientras que su encaje en el universo Trump lo lleva a adoptar roles combativos contra la ideología \'woke\'. Con la posibilidad de asumir un papel protagónico en la próxima legislatura debido a la edad avanzada de Trump, J.D. Vance deberá mostrar su equilibrio entre ideología y pragmatismo en su nueva responsabilidad.
Desarrollado por BioBioChile
James David Vance (Ohio, 1984), más conocido como J.D Vance, se convertirá en el nuevo vicepresidente de EE.UU gracias a la victoria de Donald Trump después de una vida que él mismo define como ejemplo del sueño de superación americana: todo en su biografía conspiraba en su contra, pero terminó estudiando en Yale, siendo senador por Ohio y aspirando a ocupar el segundo sillón del país más poderoso del mundo.
Mucho antes de llegar a la política, J.D., como se le conoce popularmente, sufrió una infancia expuesta a la violencia, a las armas y al consumo de drogas en Middletown, su localidad natal en ese estado del cinturón de óxido (Rust Belt).
Su despiadada realidad era la de muchas familias blancas en ciudades manufactureras del medio Oeste, en decadencia allá por la década de los noventa.
Las constantes peleas de sus padres desembocaron en un divorcio tras el que J.D. empezaría a usar el apellido Vance de su madre en vez del Bowman paterno; y su crianza recaería en su abuela, a quien llamaba “Mamaw”, cuyas enseñanzas moldearon la persona y el político que es hoy.
En su pequeña ciudad -ubicada en los Apalaches-, el pequeño J.D. Vance aprendió que la familia no se elige, pero que hay que quererla igualmente, que el cristianismo era su salvación y que, si alguna vez fallaba, siempre estarían las 19 pistolas que “Mamaw” guardaba en casa.
Ese acervo de valores tradicionales y las ganas de cambiar de aires lo motivaron para alistarse en el cuerpo de marines estadounidense y servir en la guerra de Irak (2003).
En 2005 su abuela falleció y J.D. entendió que su carrera militar había terminado y debía enfocarse en sus estudios en Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad Estatal de Ohio, que culminó con calificación ‘cum laude’, para dar el salto a la Facultad de Derecho de Yale.
Los ecos de esa infancia de ‘basura blanca’ -modo despectivo usado en el país para referirse a familias de clase baja y desestructuradas- resonaron una vez más en la cabeza de J.D. una década después, optando por apartar sus boyantes trabajos entre bufetes y tecnológicas californianas para escribir sus memorias.
Aquellas obras fueron tituladas ‘Hillbilly Elegy’ (‘Hillbilly: Una elegía rural’, en español), y vieron la luz en 2016 por HarperCollins y desde el principio fueron un ‘boom’ en la industria editorial, tanto que Netflix compró los derechos y produjo una película con el mismo nombre en 2020.
En 2016, cuando publicó sus memorias, Vance no llevaba a Trump en el corazón, y en una entrevista con la radio pública NPR llegó a decir: “No puedo soportar a Trump. Temo que esté llevando a la clase trabajadora blanca a un lugar muy oscuro”.
J.D. había evidenciado hasta entonces un perfil más moderado y con vocación social, fundando incluso una oenegé para proteger a niños víctimas de entornos complicados como el suyo, pero fue virando en los últimos años hacia un conservadurismo más propio del núcleo MAGA (‘Make America Great Again’).
En esos años, había abandonado el desapego religioso en el que había crecido y se había acercado no tanto al protestantismo -gran base social de Trump-, como al catolicismo, hasta el punto de convertirse a la fe católica en 2019, en su rama más conservadora.
Se casó con una hija de inmigrantes indios llamada Usha, dos años menor que él, a la que conoció en la universidad y que representa la antítesis de las mujeres que hasta ahora han definido el ‘universo Trump’: de piel morena, con maquillaje y ropa siempre discretos, nunca ha renegado de su origen familiar, aunque se ha cuidado de no hacer sombra a su esposo.
Vance: “Solteronas con gatos”
Los Vance tienen tres hijos, y de hecho J.D. ha hecho de la natalidad una de sus banderas, hasta llegar a decir, en una frase muy desafortunada, que no entendía por qué había en Estados Unidos tantas ‘”solteronas con gatos” (childless cat ladies).
A J.D.Vance no le ha molestado convertirse en el ariete de Trump en sus ataques a la ideología ‘woke’ (progre), y ha ejercido conscientemente ese papel de guerrero cultural que tantos votos parece procurar a Trump, especialmente entre perfiles masculinos y/o conservadores.
Cuando Trump deshojaba la margarita para elegir candidato a la vicepresidencia, le perdonó su pecado de juventud -sobre todo porque él le había pedido públicas disculpas-. Pero antes le había hecho sentir su desprecio, cuando dijo en su campaña para el Senado: “J.D. me está besando el culo porque necesita mi apoyo”.
Dada la edad de Donald Trump, que a sus 78 años se convierte en uno de los presidentes más ancianos, es relativamente probable que J.D. Vance deba asumir un papel protagonista en la próxima legislatura. Demostrará entonces cuánto pesa en él la ideología y cuánto el sentido práctico.
Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile
Estamos recopilando más antecedentes sobre esta noticia, quédate atento a las
actualizaciones.
Alerta de Spoiler
Este artículo podría contener información clave sobre la trama de un libro, serie o
película.
Advertencia de imágenes explícitas
¡Cuidado! Las imágenes de este artículo pueden herir la sensibilidad de algunas personas.
VER RESUMEN
Resumen automático generado con Inteligencia Artificial
{{ post.resumen_de_ia }}
Desarrollado por BioBioChile
Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por
lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia
dicte sentencia en su contra. (Artículo 04 del Código Procesal Penal)
Violencia contra la mujer
Si eres víctima o testigo de violencia contra la mujer, denuncia al
149 de Carabineros, recibe orientación llamando al
número corto 1455 del Sernameg o pulsa para
usar el chat de orientación Sernameg
Suicidio
Si necesitas ayuda psicológica especializada o conoces a alguien que la requiera, el Ministerio
de Salud tiene un teléfono de ayuda atendida por profesionales todos los días del año y las 24 horas,
marcando desde celulares el *4141. Además, puedes recurrir a Salud Responde en el 600 360 7777.
Las personas sordas pueden recibir asistencia ingresando a
este enlace.
Transporte privado
Las aplicaciones de transporte privado pagado aún no se encuentran normadas por la legislación chilena.
Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.