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El Pentágono confirmó que un enjambre de drones sobrevoló la Base de la Fuerza Aérea de Langley por más de dos semanas en diciembre de 2023, sin poder identificar su origen. Aunque no representaron amenaza, la cantidad fluctuó y algunos eran más grandes y rápidos que los comerciales. Tras cancelar misiones de entrenamiento nocturnas por seguridad, un estudiante que manejaba uno de los drones fue arrestado por tomar fotos ilegales de buques de la Armada en astilleros cercanos. A pesar de su sentencia a seis meses de cárcel, las autoridades aún desconocen quién manejaba los drones y sus motivos, generando preocupación sobre la necesidad de medidas de seguridad.

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El Pentágono confirmó este martes que un enjambre de drones sobrevoló durante más de dos semanas la Base de la Fuerza Aérea de Langley en diciembre de 2023, lo cual no ha logrado resolver (identificar), aunque subrayó que ninguno de esos aparatos se percibió como una amenaza.

La subportavoz del Pentágono, Sabrina Singh, admitió en una rueda de prensa que hubo “incursiones” y que la cantidad de drones que sobrevolaron esas instalaciones ubicadas en el estado de Virginia “fluctuó”, siendo reportados hasta una docena de ellos.

“No parecían mostrar una intención hostil. Es algo de lo que hemos estado atentos”, dijo.

El Pentágono confirma los vuelos

De acuerdo con The Wall Street Journal (WSJ), el primero de estos vuelos se registró el 6 de diciembre, lo que fue alertado por los oficiales de Hampton, Virginia, quienes hicieron seguimiento a los drones por tierra, mediante patrullas y a pie.

El general de la Fuerza Aérea de EE. UU, Mark Kelly, piloto de combate de carrera que atestiguó lo sucedido, estima que el primer dron medía unos 6 metros de largo, volando a más de 160 km/h, a una altura de entre 900 y 1200 metros. A este le seguían otros.

Según los testimonios recopilados por WSJ, estos vehículos aéreos -no tripulados- tomaron rumbo al sur, por la Bahía de Chesapeake, hacia Norfolk, Virginia. Incluso, habrían sobrevolado por la base del Equipo SEAL Seis de la Marina y la Estación Naval de Norfolk, que corresponde al puerto naval más grande del mundo.

Estos avistamientos se extendieron por al menos 17 días, y ocurrían entre 45 minutos a una hora luego del atardecer.

A partir de la información recopilada por la base de Langley, se reportó que uno de los artefactos voladores fue visto en el área de Marshall Street o Gosnold’s Hope Park.

Estos drones eran más pequeños que los aviones militares usados por la Fuerza Aérea, por lo que no siempre solían ser detectados por sus radares, consigna el citado medio.

Drones no eran maniobrados por aficionados

Debido a esta situación, el personal de Langley decidió cancelar las misiones de entrenamiento nocturnas, debido al riesgo de posibles colisiones con los drones, siendo trasladados los cazas F-22 a otra base.

La mayoría de los expertos que analizaron lo sucedido, precisaron que los más pequeños de este tipo de cuadricópteros no portaban una banda de frecuencia habitual, el cual está disponible en los drones comerciales que se encuentran en el mercado, según WSJ.

Aquello demostraría que los drones no fueron maniobrados por personas aficionadas. La última aparición de estos se produjo el 23 de diciembre.

Las autoridades estadounidenses quedaron desconcertadas, ya que, si bien en años anteriores ha visto drones volando alrededor de instalaciones militares y defensa, nada se compara con lo ocurrido en diciembre de 2023.

En un principio, se pensó que el enjambre de drones podría estar relacionado con un barco que flotaba en aguas internacionales, frente a la costa de Virginia. Sin embargo, una vez que los equipos de la Guardia Costera abordó la embarcación, no halló computadoras ni otros elementos que demostrara esa teoría.

Un mes después, los investigadores del caso se toparon con lo que sería una pista que esperaban pudiera resolver el misterio.

Un estudiante, “el peor espía de todos los tiempos”

Un estudiante de la Universidad de Minnesota, llamado Fengyun Shi, llegó a bordo de un Tesla arrendado hasta la avenida Huntington en Newport News, Virginia, a 11 millas de la base de Langley.

Entre las acciones que llamaron la atención de los investigadores, se encuentra que Shi dejó el auto afuera de una astillero manejado por HII, la compañía que construye submarinos nucleares y la última generación del portaaviones Ford Class de la Armada, según WSJ.

El joven se encontraba maniobrando un dron en la mañana, el cual luego dijo a los residentes que se había quedado atrapado en un árbol, por lo que intentaba recuperarlo con el control.

En ese contexto, uno de los residentes del sector reportó la situación a la policía. El tiempo no era el más óptimo para volar un dron, por lo cual los policías le preguntaron a Shi por qué decidió hacerlo, diciéndole que llamara a personal de Bomberos para que lo socorrieran.

Sin embargo, el joven decidió devolver el vehículo arrendado y tomar un tren rumbo a Washington, DC, subiendo al día siguiente a un vuelo para llegar a Oakland, California.

Pese a ello, esa misma jornada el dron que maniobraba cayó al suelo y fue analizado por el FBI. Los investigadores federales descubrieron que Shi tomó fotografías de los buques de la Armada en dique seco. Entre las imágenes habían algunas tomadas durante la medianoche, así como de algunos buques que estaban en construcción en un astillero ubicado en las proximidades del sector.

Shi fue arrestado el 18 de enero, justo antes de abordar un vuelo de ida a China. El joven le dijo a los agentes del FBI que le interesaban las embarcaciones, además de desconocer que había cruzado espacio aéreo restringido con el dron.

Los investigadores no quedaron convencidos con el relato de Shi. Sin embargo, no hallaron evidencia que lo vinculara directamente con el régimen chino. Sólo descubrieron que el sujeto compró el dron en oferta en San Francisco, un día antes de ir hasta Norfolk.

Por lo anterior, Shi sólo fue acusado de tomar fotos ilegales en instalaciones clasificadas (restringidas), declarándose él mismo culpable de los hechos, siendo sentenciado el pasado 2 de octubre a seis meses de cárcel en un penal federal.

En el marco de su procesamiento ante la justicia, el juez Lawrence Leonard afirmó que “hay lagunas significativas” respecto a que Shin estuviera volando el dron por diversión.

“Si fuera un agente extranjero, sería el peor espía jamás conocido”, argumentó el abogado de Shi, Shaoming Cheng.

Hasta el cierre de esta nota, las autoridades estadounidenses no han logrado identificar la procedencia del enjambre de drones que sobrevoló Langley, así como tampoco las razones.

Los funcionarios estadounidenses aún tienen que determinar quién voló los drones Langley ni por qué.

“No es un problema de mañana, es un problema de hoy”, advirtió Tom Karako, miembro del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, grupo de expertos en seguridad nacional con sede en Washington. “No es un problema de allá, es un problema de allá, de acá y de todas partes”, afirmó a WSJ.

El citado medio recordó además que la ley federal prohíbe a las fuerzas armadas neutralizar esos aparatos cerca de las bases estadounidenses si estos no suponen una amenaza inminente.

Esta situación recuerda también lo ocurrido a inicios del 2023, cuando un globo espía chino, con varios elementos de vigilancia, sobrevoló por todo Estados Unidos durante unos 8 días. Las fuerzas estadounidenses esperaron que llegara a un lugar aislado para que un avión F-22 de Langley lo derribada perforándolo con un misil.