El presidente estadounidense Donald Trump ofreció el jueves una cerrada defensa de su gestión de la pandemia de covid-19 en un evento televisado, mientras que su rival Joe Biden, en un foro transmitido simultáneamente por otra cadena, lo acusó de no hacer “nada”.
“Estamos llegando al final”, dijo un optimista Trump, a pesar del reciente aumento de casos en el país, en el canal NBC. “Hemos hecho un trabajo fantástico (…) Las vacunas están llegando y los tratamientos están llegando”.
“Estamos en una situación en la que tenemos más de 210.000 muertos y ¿qué hace? Nada”, dijo casi al mismo tiempo el candidato demócrata, en la cadena ABC.
Los dos candidatos no sólo estaban en estudios de televisión diferentes, sino que parecían habitar mundos diferentes respecto a la pandemia. Biden acusó a Trump de ocultar la gravedad de la amenaza sanitaria.
“Cuando empezó dijo que no lo dijo a nadie para que los estadounidenses no entraran en pánico. Los estadounidenses no entran en pánico. Él entró en pánico. Y no dijo nada a nadie”, subrayó el aspirante demócrata.
A 19 días de las elecciones presidenciales, Trump se mostró enfadado, molesto, por las preguntas que se le hicieron, en particular sobre por qué usaba tan poco la mascarilla.
“Soy el presidente, tengo que ver gente (…). No me pueden encerrar en una habitación magnífica en algún lugar de la Casa Blanca”, ironizó.
Trump fue Trump una vez más. Altivo, vociferante y agresivo con la entrevistadora en la defensa de su gestión con el coronavirus que contrajo, el presidente se mostró impaciente, declinó condenar al grupo QAnon que ve en las élites demócratas una conspiración del “Estado profundo” a cargo de un puñado de pedófilos satanistas.
“No sé nada de QAnon”, señaló, para luego asegurar que estaba de acuerdo con sus posiciones “contra la pedofilia”, desentendiéndose de las publicaciones que él mismo ha compartido en sus redes sociales de parte de adeptos al movimiento.
Trump admitió por otra parte deber unos 400 millones por impuestos no pagados, un importe que calificó de insignificante considerando su fortuna.
“Comparado con los activos que tengo, todas estas magníficas propiedades alrededor del mundo, 400 millones de dólares es un porcentaje minúsculo de mi valor neto. Y no, no debo dinero a Rusia”, aclaró.
“America first”… “America alone”
Su rival demócrata, que lidera las encuestas, respondió a las preguntas de la audiencia en un tono mucho más tranquilo.
Debemos “escuchar al otro”, respondió a un votante que le preguntó cómo pensaba restaurar la “cortesía y el honor” en la política estadounidense.
“Lo que voy a hacer, si soy elegido presidente, primero, y no es broma (…) será llamar” a los republicanos, dijo, recordando su reputación, cuando fue senador por más de 35 años, de ser un hombre capaz de traspasar barreras partidarias.
En cuanto a la agenda de Relaciones Exteriores, Joe Biden también criticó el balance de Donald Trump. “Estamos ahora más aislados que nunca en el mundo. Nuestros aliados están solos. El eslogan “America First” en realidad significa “América sola”, dijo.
“Irán tiene ahora casi suficiente capacidad nuclear para construir una bomba. Corea del Norte tiene más bombas y misiles a su disposición. Nuestros aliados de la OTAN están diciendo públicamente que ya no pueden contar con nosotros. En el Pacífico, estamos igual de aislados. Japón y Corea del Sur están en desacuerdo, China se está desplegando, por lo que creo que estamos menos seguros hoy que en el pasado”, recalcó.
Florida y Pensilvania
La campaña volvió a trastornarse por el coronavirus. La candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, suspendió sus viajes de campaña hasta el domingo “por precaución” debido a dos casos de covid-19 en su entorno.
Biden decidió, por recomendación de sus médicos, no interrumpir sus desplazamientos a pesar de otro caso descubierto en la tripulación de su avión, pero que permaneció “a más de 15 metros” y tenía, como el candidato, una mascarilla.
“Que esto sirva de ejemplo sobre la importancia de usar mascarillas y de mantener una distancia física segura”, tuiteó Biden, que este jueves volvió a dar negativo.
El debate inicialmente previsto para este jueves fue cancelado tras la negativa de Trump de participar en forma remota. Un último duelo televisado está programado para el 22 de octubre en Nashville, Tennessee.
Ante la anulación del debate, ambos candidatos aparecieron en foros televisados al mismo tiempo, pero en canales diferentes, en el horario central de las 20:00 locales.
El evento de Trump en Florida fue transmitido por NBC, mientras que el de Biden fue desde Pensilvania a través de ABC.
Estos dos estados, considerados clave para ganar los comicios del 3 de noviembre, le reportaron victorias a Trump en 2016, pero en ambos Biden encabeza ahora la intención de voto.
Unas horas antes de aparecer en escena, Trump marcó el tono, agresivo y burlón. “Me gustaría ver si puede llegar hasta el final”, dijo el presidente de 74 años, al aludir a su rival tres años mayor cuya vitalidad suele poner en duda y a quien apodó “Joe el dormilón”.
Incluso se mofó de su entrevistadora, cuando la criticaba de no preguntarle a Biden por “antifa” y a él sí por “QAnon”. “Es usted quien está aquí”, le dijo ella, a lo que él comentó “tan linda”, antes de insistir con su punto.
“Buena chance”
Las encuestas son preocupantes para Trump en esta campaña plagada de sobresaltos y cuando más de 17,5 millones de estadounidenses ya han votado anticipadamente.
Los demócratas tienen “buena chance” de ganar la Casa Blanca, reconoció el jueves el senador republicano Lindsey Graham, muy cercano a Trump.
Su colega Ted Cruz, exrival de Trump en las primarias republicanas de 2016 y convertido ahora en uno de sus aliados, ya admitió la semana pasada estar “preocupado” por lo que podría ser un “baño de sangre” de proporciones históricas para los republicanos, que además del control de la Casa Blanca aspiran retener su mayoría en el Senado.
Biden lidera por casi 10 puntos porcentuales el promedio de los sondeos nacionales. Y aventaja a Trump por unos 5 puntos en los “campos de batalla”, los estados que por su peso electoral pueden definir la contienda.
Trump, recuperado del covid-19, del cual dijo que es “inmune”, intensificó su campaña, rodeándose cada noche de miles de simpatizantes con gorras rojas en estados clave. En Florida, Pensilvania y Iowa encadenó tres mitines en tres días y celebró un cuarto el jueves en Carolina del Norte.
Los foros de este jueves en NBC y ABC fueron en formato “ayuntamiento” (town hall), una tradición estadounidense que implica que el candidato es interrogado en vivo en televisión por un panel de votantes, bajo la supervisión de un moderador.
¿Quién habrá generado mayor audiencia?
David Canon, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Wisconsin, había anticipado no tener duda: el “town hall” del tempestuoso presidente atraerá más televidentes.