El monumental juicio contra el excapo del narcotráfico mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, acusado de liderar el mayor cartel de drogas del planeta y del envío de más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos, comenzó el lunes en Nueva York bajo medidas de máxima seguridad.
El jurado que será seleccionado esta semana deberá decidir si El Chapo, considerado el mayor narcotraficante del mundo tras la muerte del colombiano Pablo Escobar, es culpable o no de 11 delitos de tráfico y distribución de droga, posesión de armas y lavado de dinero.
Su condena puede acarrearle la cadena perpetua.
El Chapo, de 61 años, protagonizó dos espectaculares fugas de prisiones mexicanas. Su proceso, que durará más de cuatro meses, es seguido por medio centenar de periodistas y se realiza bajo medidas de seguridad máximas.
Un imitador de Michael Jackson, una amante de telenovelas
A diferencia de las audiencias previas al juicio, en las que El Chapo vistió traje de prisionero, este lunes el acusado lució un traje azul marino y camisa blanca de cuello muy grande, estilo “disco”, abierta hasta el tercer o cuarto botón. Parecía relajado, se mostró atento y sonrió un par de veces.
El juez de Brooklyn Brian Cogan y abogados de ambas partes interrogaron el lunes de mañana a 19 de unos 100 potenciales jurados, pero no han escogido aún a ninguno. Deben seleccionar 12 titulares y seis suplentes.
Cinco fueron descartados, un hombre porque leyó sobre El Chapo en Wikipedia, y una mujer porque dijo que las drogas eran malas.
Un potencial jurado aún en liza, joven, de tez aceitunada y cabello largo, se presentó como “un imitador oficial de Michael Jackson”. Pero el juez tiene dudas sobre su elección, porque teme que pueda ser identificado.
“Muéstranos tu ‘moonwalk"”, bromeó Eduardo Balarezo, uno de los defensores de El Chapo.
Una joven, también potencial jurado, dijo que sabía que El Chapo fue entrevistado por el actor estadounidense Sean Penn y que conoce a la actriz mexicana Kate del Castillo porque miraba telenovelas con su abuela. Ambos se reunieron con El Chapo en la clandestinidad, poco antes de su último arresto en 2016.
Cinco potenciales jurados se dijeron a favor de la legalización de marihuana, pero algunos afirmaron que eso no influiría en su decisión.
Porque la justicia estima que su vida corre riesgo, los nombres de los jurados se mantendrán en el anonimato, y cada día serán escoltados por alguaciles a la corte. Los seleccionados recibirán un pago de 50 dólares diarios.
El mayor cartel del mundo
Extraditado desde México en enero de 2017, El Chapo es acusado de liderar entre 1989 y 2014 el despiadado cártel de Sinaloa, al que fundó y convirtió en “la mayor organización de tráfico de droga del mundo”, según la acusación.
La fiscalía, que prepara el caso desde hace años, asegura que El Chapo envió a Estados Unidos al menos 154.626 kilos de cocaína, además de múltiples toneladas de otras drogas, facturando en total unos 14.000 millones de dólares.
El Chapo se declara inocente, pero el gobierno ha presentado más de 300.000 páginas de documentos y al menos 117.000 grabaciones de audio, más centenares de fotos y videos.
Su proceso es un gran triunfo para el gobierno estadounidense, que nunca consiguió extraditar y juzgar a Escobar, el exjefe del cártel de Medellín abatido en una operación policial en 1993. ¿Pero a qué precio?
El cártel de Sinaloa fundado en 1989 por El Chapo sigue siendo muy potente, su coacusado Ismael “El Mayo” Zambada continúa prófugo y la violencia del narcotráfico no ceja en México, que tuvo un récord de casi 29.000 homicidios en 2017. En Estados Unidos, el consumo de opiáceos mató en 2016 a un promedio de 174 personas por día.
Un juicio muy caro
El abogado de El Chapo Jeffrey Lichtman dijo a la AFP que el monumental juicio tendrá “cientos de testigos”.
Rob Heroy, un abogado de Carolina del Norte que defendió a otro narcotraficante mexicano, estima por su lado que el proceso costará “más de 50 millones de dólares”.
“Se presenta como el juicio más caro de la historia de Estados Unidos”, dijo Heroy.
Un gran secreto rodea el caso. Ni siquiera los abogados de El Chapo saben aún quiénes serán sus exsocios, empleados o rivales que declararán en su contra.
Lo único que se sabe es que algunos integran el programa de protección de testigos y han recibido nuevas identidades, y que otros ya están en la cárcel y fueron ubicados en celdas especiales para protegerlos.
En su celda de Manhattan, El Chapo está solo 23 horas al día. Solo pueden visitarle sus abogados y sus hijas mellizas de siete años, a través de una mampara de vidrio.
Tiene prohibidas las visitas de su esposa Emma Coronel, una exuberante exreina de belleza de 29 años que no estuvo hoy en la corte. El proceso de selección de testigos está cerrado al público.