Las divergencias en comercio agrícola serán parte de las negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) aunque Bruselas no lo quiera, aseguró este lunes el secretario estadounidense de Agricultura, Sonny Perdue.
“Mientras muchos gustarían que la agricultura quede fuera del alcance, es de nuestro mayor interés tratar ese tema con la UE, especialmente en lo que hace a las barreras no tarifarias que siguen promulgando”, dijo Perdue a reporteros.
Un funcionario de la UE negó que el tema esté incluido en el acuerdo anunciado la semana entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, pero Perdue afirmó que “eso, francamente, no se ajusta a nuestra interpretación”.
El ministro señaló como otro punto de divergencia la “crecientemente agresiva” actitud europea de reservar como “marca registrada” nombres de comidas como muzzarella, por ejemplo, que han sido vendidas en Estados Unidos por más de un siglo.
Bruselas quiere evitar que otros países adopten nombres geográficos “y no planeamos aceptar eso”, dijo.
Trump y Juncker anunciaron la semana pasada una tregua en la actual disputa comercial entre Estados Unidos y Europa. Ambos anunciaron un pacto para eliminar aranceles estadounidenses al acero y al aluminio y las medidas de represalia que adoptó Bruselas.
Trump proclamó además que había logrado abrir el mercado europeo a la producción agrícola estadounidense. Sin embargo, un portavoz de la UE cuestionó esa interpretación.
Los comentarios de Perdue fueron en la misma línea que los del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien el sábado insistió en “derribar las barreras a la agricultura”.
Perdue estimó que probablemente Europa importará más soya estadounidense debido que es más barata que la brasileña.
Los productores agrícolas de Estados Unidos fueron alcanzados por aranceles impuestos por China en represalia a los que Washington puso a sus productos.
El impacto es tan severo que la semana pasada Washington anunció una asistencia de 12.000 millones de dólares a los productores perjudicados por las medidas comerciales.
Con la creciente demanda de China, el precio de los embarques de soya para agosto desde Paranaguá, Brasil, era de 402,50 dólares la tonelada contra 340 dólares del embarcado en Louisiana.