El exministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, intentó suicidarse tras ser detenido por su participación en la declaración de la ley marcial, del pasado martes 3 de diciembre, que duró sólo unas horas.
Según detalla la agencia Yonhap, Kin trató de ahorcarse a las 23:52 horas del martes (11:52 hora de Chile) al interior de un baño en el Centro de Detención Dongbu de Seúl, en el distrito de Songpa.
Tras ser descubierto, el personal actuó rápidamente para evitar así que el exsecretario de Estado cumpliera con su objetivo.
“El tratamiento del equipo médico mostró que se encuentra en estado estable, sin anomalías, y, en estos momentos, permanece bajo custodia en condiciones normales”, indicaron funcionarios del ministerio de Justicia.
Si bien Kim fue detenido durante el fin de semana, fue arrestado formalmente este miércoles bajo el cargo de haber asistido al presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, para realizar una insurrección mediante la fallida imposición de la ley marcial.
Específicamente, los fiscales del país asiático creen que el entonces ministro de Defensa le propuso a Yoon que decretara la ley militar. A su vez, sospechan que ordenó el despliegue de las tropas en la Asamblea Nacional y en la sede de la Comisión Electoral Nacional.
Desde la citada agencia remarcan que quienes conspiren para una insurrección pueden ser castigados con al menos cinco años de cárcel, cadena perpetua e incluso la pena de muerte.
Tras su fallido intento de suicidio, Kim se encuentra retenido en una celda de protección, en donde ha sido sometido a nuevos interrogatorios por parte de la fiscalía.
Por su parte, EFE detalla que Kim aparentemente cambió de teléfono celular y borró todas sus conversaciones en la aplicación Telegram después del estado de excepción.
Cabe destacar que el lunes el ministerio de Justicia surcoreano impuso al presidente Yoon la prohibición de abandonar el país mientras se le investiga por traición y otros cargos tras decretar la ley marcial la semana pasada.
El mandatario surcoreano afirmó que había decretado dicha ley para “erradicar las fuerzas afines a Corea del Norte” y garantizar “la libertad y felicidad” de la población del país, acusando a la oposición de “actividades contra el Estado” y de afinidad con el régimen de Kim Jong-Un.