La Policía de Bolivia detuvo este lunes al chileno Pablo Muñoz Hoffman, el último de los cuatro exguerrilleros que participaron en la llamada “fuga del siglo”, ocurrida a finales de 1996 desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, que faltaba por localizar.
Las fuerzas de seguridad del Consulado de Chile en La Paz alertaron a la Policía boliviana sobre la presencia de Muñoz Hoffman “en inmediaciones” de esa oficina. Así lo explicó a los medios el director nacional de Interpol Bolivia, Juan Carlos Bazoalto.
“Una vez que somos alertados por la policía de seguridad del consulado, nos apersonamos, lo interceptamos y logramos dar con la identidad de esta persona”, señaló.
Según Bazoalto, inicialmente “no adjuntó ningún tipo de documentación”, por lo que se revisaron los registros de migración y se constató “que no ingresó por ningún puesto regular” a Bolivia.
El chileno, que contaba con una notificación roja en el sistema de Interpol, reconoció que no ingresó al país legalmente y por el momento no entregó mayores detalles sobre las razones de su presencia en Bolivia, indicó el jefe policial.
“Tomando en cuenta que esa persona ingresó de forma irregular, se hicieron los procedimientos legales establecidos y está siendo conducido a un puesto fronterizo para ser entregado a las autoridades chilenas y responda por los procesos que tiene pendientes”, agregó.
Exmiembro del FPMR
Muñoz, junto a Mauricio Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca y Patricio Ortiz Montenegro, eran miembros de la extinta organización guerrillera Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
Los cuatro protagonizaron el 30 de diciembre de 1996 una de las fugas más cinematográficas de la historia, que ellos mismos bautizaron como “Vuelo de Justicia”.
Amarrados y colgados de una cuerda lograron burlar la seguridad de uno de los recintos con mayor vigilancia en Santiago y se convirtieron en los presos más buscados de Chile.
La fuga duró menos de un minuto y apenas se bajaron del helicóptero, se separaron y abandonaron Chile.
Muñoz Hoffman era el último de los cuatro exguerrilleros cuyo paradero era desconocido hasta hoy.
Muñoz Hoffman fue procesado por su participación en un atentado contra el otrora general de la FACh, Gustavo Leigh, ocurrido en 1990. Además, en 1992 participó de un asalto a un camión de valores en Ñuñoa, el que terminó con la toma de rehenes del abogado Erick Riveros y su familia.
Finalmente, se le condenó a presidio perpetuo por el asesinato de Jaime Guzmán.
¿Qué pasó con los otros tres?
Palma vivió en México con una identidad falsa durante más de 20 años, hasta que en 2017 las autoridades lograron localizarle.
De inmediato, se trasladó a Francia y se abrió una pugna entre el Gobierno chileno y la Justicia francesa que cerró la vía a la extradición en 2019 y le dejó en libertad total.
La captura de Ortiz se concretó en Suiza en 1997, pero a los pocos meses se le concedió el asilo político y reside allí desde entonces, además de que su condena en Chile prescribió.
Mientras que en Brasil se detuvo a Hernández a principios de los años 2000 por el secuestro del empresario local Washington Olivetto y extraditado a Chile en 2019.
Enviando corrección, espere un momento...
