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El presidente de Bolivia, Luis Arce, acusó en un mensaje televisado a Evo Morales de intentar acortar su mandato y organizar un bloqueo de carreteras que considera un "golpe de Estado" para imponer su candidatura presidencial. Arce denunció que Morales busca permanecer en el poder otros 14 años y responsabilizó al exmandatario de la situación en el país. Los seguidores de Morales anunciaron una marcha y bloqueo de caminos, mientras que Arce desafió a Morales a solucionar sus diferencias cara a cara. La distancia entre ambos líderes se agravó por desacuerdos en la dirección del MAS y la candidatura de Morales para las elecciones de 2025, generando controversia en el oficialismo.

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El presidente de Bolivia, Luis Arce, en un mensaje televisado este domingo acusó al exmandatario y líder del oficialismo, Evo Morales, de intentar acortar su mandato y orquestar un bloqueo de carreteras el lunes que aseguró se convertirá en un “golpe de Estado” en su contra para “imponer” su candidatura presidencial “a las buenas o a las malas”.

“Tengo la responsabilidad histórica de denunciar al país y al mundo de lo que puede producirse en los días venideros en Bolivia por responsabilidad tuya (Evo Morales). Inicia en los próximos días una marcha para pasar luego a bloqueo de nacional de caminos, que terminará en un intento de golpe de Estado a un Gobierno popular, es algo a lo que deberás dar cuenta a nuestro pueblo tarde o temprano” sentenció Arce.

Arce estuvo rodeado de sus sectores leales en el mensaje grabado en la sede del Ejecutivo y que fue en su totalidad dirigido hacia Morales.

El mandatario dijo que, desde 2020, Morales está dedicado a preparar su candidatura, trabajar para que a su Gobierno le vaya mal para aparecer como un “salvador” de Bolivia para “permanecer en el poder otros 14 años o más”.

Los sectores fieles a Evo Morales anunciaron para el martes una marcha que partirá de la población de Caracollo a 190 kilómetros al sureste de La Paz con la finalidad de reclamar por la situación económica, la falta de dólares y combustibles además de evitar la “proscripción” del Movimiento al Socialismo (MAS).

Asimismo, los indígenas aimaras ‘ponchos rojos’ decidieron instalar un bloqueo este lunes en las carreteras que conectan a La Paz con el resto del país para pedir la renuncia de Arce y del vicepresidente David Choquehuanca, a quienes acusar de “dividir” a las organizaciones sociales.

“Basta Evo, hasta ahora he tolerado tus ataques, tus mentiras y tus calumnias en silencio, pero que pongas en riesgo la vida del pueblo es algo que voy a tolerar”, remarcó Arce.

“Estás amenazando a todo el país con paros y bloqueos, porque quieres hacer lo que la Constitución del estado no te permite: volver a habilitarte como candidato. No soy yo quien te está inhabilitando, Evo, es la Constitución”, agregó.

El jefe de Estado explicó que su Gobierno respondió el pliego de peticiones que remitió el sector de Morales, que es un documento de varias páginas centradas en aspectos económicos y políticos.

“Aquí estoy, Evo, no me escaparé si quieres solucionar un problema que tienes conmigo porque no acepté ser tu títere. Ven tú, aquí te espero”, emplazó Arce a Morales.

La distancia de Luis Arce y Evo Morales

Morales y Arce están distanciados desde fines de 2021 por diferencias en la Administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del MAS, algo en lo que las facciones leales a ambos no han podido ponerse de acuerdo.

Los sectores sociales que respaldan a ambos líderes llamaron en varias ocasiones a congresos del MAS, pero la autoridad electoral no reconoció esas reuniones hasta que ambas facciones oficialistas organicen un encuentro único en consenso.

Los partidarios de Morales lo proclamaron varias veces como “candidato único” para los comicios de 2025, mientras que el bloque leal a Arce insiste en renovar la dirección del MAS y cuestiona que el exgobernante sea nuevamente candidato.

La candidatura de Morales es un motivo de polémica interna en el oficialismo, pues desde el Gobierno se ha insistido en que el expresidente ya no se puede volver a postular, mientras que sus sectores afines defienden que sí puede.