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Brasil continuará protegiendo la Embajada de Argentina en Caracas tras la revocación de la autorización por parte de Venezuela. El gobierno de Lula da Silva reiteró la inviolabilidad de las instalaciones diplomáticas, donde se encuentran seis asilados venezolanos. Brasil se mantendrá en custodia hasta que Argentina designe otro Estado para esta función. Este conflicto ha aumentado la tensión entre Brasil y Venezuela, debido a las discrepancias en torno al proceso electoral venezolano, con Lula sin reconocer la victoria de Maduro y abogando por la transparencia de las actas electorales.

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Brasil anunció este sábado que seguirá custodiando la Embajada de Argentina en Caracas, luego de que el régimen de Venezuela revocara su autorización para hacerlo. El gobierno de Lula da Silva además recordó que los recintos diplomáticos son “inviolables”.

“El Gobierno brasileño destaca la inviolabilidad, en los términos de la Convención de Viena, de las instalaciones de la misión diplomática argentina, que actualmente alberga a seis asilados venezolanos, así como sus bienes y archivos”, señaló la Cancillería en un comunicado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que “permanecerá con la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que Argentina designe a otro Estado aceptable” para llevar a cabo esas funciones.

Brasil se ocupa desde agosto de la custodia de las sedes diplomáticas de Argentina y Perú en Venezuela, así como de la representación de sus intereses y ciudadanos en el país caribeño, luego de la expulsión de los miembros de ambas legaciones, tras rechazar la proclamación de Maduro como vencedor en las elecciones del 28 de julio.

Varios opositores refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas denunciaron que desde la noche de este viernes agentes de seguridad han cercado el recinto, tomando los accesos y cortando la electricidad.

Tensión entre Brasil y Venezuela por Embajada de Argentina

Este episodio supone un nuevo punto de fricción en la relación entre los gobernantes de Brasil y Venezuela, Luiz Inácio Lula da Silva y Nicolás Maduro, que se ha desgastado en los últimos meses debido al cuestionado proceso electoral venezolano.

Lula no ha reconocido ni la victoria de Maduro ni la del líder opositor Edmundo González Urrutia, y ha insistido en la publicación de las actas electorales de forma desglosada.

“Creo que el comportamiento de Maduro es decepcionante (…) Como presidente, debería probar que fue el preferido del pueblo venezolano, pero no lo hace”, expresó Lula el viernes, en una entrevista a una radio local.

Lula, junto con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, y el líder mexicano, Andrés Manuel López Obrador, han intentado sin éxito mediar entre las partes para la divulgación de esas actas, que la oposición hizo públicas en Internet con un resultado ampliamente favorable a González Urrutia.

Por la publicación de esos documentos, la Fiscalía abrió una investigación penal y dictó una orden de prisión contra González Urrutia, a quien acusa de “usurpación de funciones”, “forjamiento de documento público”, “instigar a la desobediencia”, “conspiración”, “sabotaje a daños de sistemas” y “asociación para delinquir”.

La victoria de Maduro fue proclamada por el Colegio Nacional Electoral (CNE) y ratificada luego en un controvertido proceso que impulsó el propio Maduro ante el Tribunal Supremo.