Polémica ha generado el caso de dos militares colombianos a quienes se les había perdido el rastro en Caracas, Venezuela, y aparecieron más de un mes después detenidos por Rusia en Moscú, acusados de combatir como mercenarios en favor de Ucrania contra las fuerzas rusas.
“El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) detuvo a los ciudadanos colombianos José Aaron Medina Aranda y Alexander Ante, sospechosos de participar como mercenarios en las hostilidades contra las Fuerzas Armadas de Rusia del lado de Ucrania“, señala la nota oficial de la entidad, conocida antiguamente como KGB.
La detención de los dos militares colombianos: de Venezuela a Rusia
En entrevista con la BBC, la esposa de José Aaron Medina contó que lo último que supo de su marido fue el 18 de julio. “Amor, ahorita la llamo”, le dijo su marido cuando aterrizó en el Aeropuerto Internacional Maiquetía Simón Bolívar, en Caracas (Venezuela).
Se suponía que él, junto a Alexander Ante, harían escala en el país caribeño y luego tomarían el vuelo que los llevaría a Colombia, y así reencontrarse con su hogar.
Sin embargo, esto no ocurrió. No fue hasta fines de agosto que recién se supo nuevamente de ambos, pero por parte de las autoridades rusas: aparecieron detenidos en Moscú, informándose además que se abrió una causa penal contra los dos colombianos.
A ambos se les acusa de participar contra las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, apoyando a Ucrania como mercenarios, un delito que en Rusia se castiga con entre 7 a 15 años de cárcel.
La escala en Caracas
Aaron Medina es un soldado colombiano de 36 años, retirado. Según contó su esposa Paz al citado medio, viajó en noviembre de 2023 para “trabajar en la guerra junto al Ejército de Ucrania”.
En julio volvía con Alexander Ante (47), también soldado retirado, hacia Colombia. El viaje era simple, aunque con 3 escalas, según el itinerario: desde Varsovia hacia Madrid, luego a Caracas, después a Bogotá y finalmente llegaría a Cali.
Una vez en el aeropuerto de Caracas el 18 de ese mes, debían hacer una escala de casi 24 horas. Pero no llegaron a abordar el vuelo del 19 de julio, volviéndose un misterio el paradero de ambos durante más de un mes tras perder todo contacto.
No fue sino hasta el 28 de agosto que se pudo conocer información sobre ellos. Aparecieron detenidos en Moscú, es decir, a casi 10.000 kilómetros de la capital venezolana.
Colombianos estarán detenidos en Rusia mientras dure la investigación
De acuerdo con DW, el Kremlin informó que a ambos se les incautaron documentos que “confirman sus actividades ilegales y ropa militar ucraniana con insignias del batallón de los Cárpatos Sich de las Fuerzas Armadas de Ucrania“.
Este grupo de guerra es conocido por estar integrado tanto por militares de Ucrania como de extranjeros que participan de manera voluntaria.
“El departamento de investigación del FSB de Rusia ha abierto y está investigando causas penales contra los acusados basadas en delitos previstos en la parte 3 del artículo 359 del Código Penal de Rusia (mercenarismo)”, agrega la nota.
Ambos extranjeros quedarán en prisión preventiva hasta al menos el 22 de octubre, mientras dura la investigación de su caso. El FSB no dio más detalles del caso.
En julio el diario colombiano El Tiempo informó que los dos hombres debían regresar pasando por Venezuela, pero fueron detenidos a su llegada a Caracas por la policía de ese país aliado de Rusia.
Después no se supo nada de su situación. Según un amigo de la familia de Alexander Ante, llevaban uniformes del ejército ucraniano cuando fueron detenidos en Venezuela.
Asimismo, el citado medio colombiano afirmó que pudo “conocer que la Cancillería de Colombia activó los protocolos pertinentes” para este caso.
Hasta la fecha, el régimen de Nicolás Maduro, aliado de Rusia, no se ha pronunciado sobre cómo los dos militares colombianos terminaron detenidos y enjuiciados en Moscú.
No serían los primeros colombianos condenados en Rusia por su participación en la guerra en Ucrania: en junio del año pasado se condenó a cinco años de cárcel a un colombiano por “filtraciones”. Un año antes, un combatiente colombiano murió en Ucrania combatiendo los tanques rusos.