El canciller nicaragüense Denis Moncada insistió en que el ingreso de tropas rusas a su país es un hecho "rutinario".
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, consideró este martes como “elucubraciones sin fundamento” afirmar que la autorización rutinaria para el ingreso de tropas de Rusia a su país busque la instalación de bases militares extranjeras en medio del conflicto ruso-ucraniano.
“Son elucubraciones sin razón, sin fundamento, porque inclusive nuestra Constitución establece que no se permiten bases militares extranjeras en Nicaragua”, aclaró el ministro en una entrevista con la cadena rusa RT.
Moncada respondió así ante la pregunta del entrevistador, quien le habló de “especulaciones” sobre la “hipotética instalación de bases militares de otros países” en Nicaragua.
“Recordemos que los medios occidentales y muchos sectores [están] interesados en desestabilizar a Nicaragua en este caso. Aprovechan algo que es rutinario, pudiéramos decir [que se realiza hace] muchos años”, explicó.
“Provocación peligrosa”
El 14 de junio el Parlamento, de mayoría oficialista, aprobó por petición del presidente Daniel Ortega la autorización para el ingreso de tropas, naves y aeronaves de Rusia, Estados Unidos y otros países para ejercicios humanitarios con el ejército nicaragüense.
La semana pasada, el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols, dijo que era una “provocación peligrosa” invitar a los rusos a Nicaragua, aunque sea para ejercicios humanitarios, en momentos en que Rusia invade Ucrania.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. incluso sancionó el pasado viernes a la minera estatal nicaragüense Eniminas para reducir los ingresos del Gobierno de Daniel Ortega por exportación de oro, en represalia por su acercamiento a Rusia y el encarcelamiento de líderes opositores.
En tanto, el vecino del sur, Costa Rica, expresó hace unos días su preocupación por la próxima llegada de tropas, naves y aeronaves militares rusas a Nicaragua. Según el presidente costarricense Rodrigo Chaves, la situación del vecino país era objeto de discusión junto con otros países de la región.