Es una imagen que tiene conmovidas a las redes sociales centroamericanas. Los salvadoreños, en particular, se han lamentado profundamente al ver la información difundida por varios medios mexicanos como El Universal.
El pasado domingo, Alberto Martínez de 25 años, tomó en brazos a su pequeña Valeria Martínez, de casi dos años de nacida. Se adentró a las aguas del Río Bravo, en el municipio mexicano de Matamoros, Tamaulipas.
Sin embargo, el fuerte caudal comenzó a hacer de las suyas venciendo a Alberto, quien intentaba cruzarlo hacia Estados Unidos, cargando a su hija. “El sueño americano”, como le conocen los centroamericanos que deciden ir por un futuro mejor, se convierte en casos como éste, en una pesadilla mayúscula.
Alberto y Valeria eran vencidos por la creciente, que los comenzó a hundir ante los gritos desesperados de la esposa y madre de las víctimas.
Tania Vanesa Ávalos, de 21 años, buscó ayuda de forma desesperada, pero era tarde. Su esposo y pequeña hija ya se habían sumergido en las turbias aguas. Ella relató lo ocurrido posteriormente a las autoridades mexicanas que se hicieron presentes, buscando a los entonces desaparecidos.
Horas después, el río que se los había llevado los devolvió sin vida. Estaban aferrados por la camisa del joven, quien en un acto fallido de supervivencia, endosó a su hija a su polera. Se trata de una escena que muchos salvadoreños compararon con la del pequeño inmigrante sirio Alan Kurdi, encontrado sin vida y fotografiado en la costa este de Turquía.
Hace un par de años nos horrorizamos con la imagen del niño sirio que se convirtió en el símbolo de la crisis de refugiados sirios en Europa. Abajo un compatriota salvadoreño ahogado junto a su hija en el río Bravo queriendo llegar a Estados Unidos. La pesadilla de la inmigración pic.twitter.com/dhslCcFp3i
— Giovanni Landaverde (@poecicletero) 24 de junio de 2019
Los Martínez Ávalos habían permanecido una semana en un albergue para inmigrantes en Tamaulipas, pero este pasado domingo decidieron no seguir esperando más y cruzar a como diera lugar, sin saber que la muerte los esperaba más allá de su anhelado sueño de llegar a territorio estadounidense.
La Cancillería salvadoreña emitió un comunicado en el que informa de las gestiones para repatriar los cuerpos del joven y su pequeña hija, informando además que otra salvadoreña figura en la lista de migrantes fallecidos, en su trayecto a Estados Unidos, de forma ilegal.
“Alerta a la población en general sobre los peligros de la migración irregular y hace un llamado a no poner en riesgo sus vidas ni la de sus familiares”, reza la misiva de la cartera de Estado. No obstante, los salvadoreños siguen migrando a territorio estadounidense ante la falta de oportunidades, amenazas de pandillas o problemas económicos.